La partición de una herencia puede variar de forma considerable debido a un factor principal: La presencia o no de un testamento. En este sentido, los expertos siempre recomiendan realizar testamento en vida, para evitar posibles conflictos familiares entre herederos y ahorrar trámites y dinero a los futuros herederos.
Cuando existe testamento, la herencia se divide entres partes. Un tercio se denomina legítima, que se divide a partes iguales entre los herederos forzosos. El primer eslabón de herederos forzosos serían los hijos de una persona fallecida, que reciben a partes iguales el tercio de la legítima de una herencia.
El segundo tercio es el ‘de mejora’. En este caso, también se reparte a partes iguales entre hermanos (hijos de la persona fallecida). No obstante, en este tercio de la herencia, el testador puede beneficiar a algunos de los hijos con respecto a otros. Finalmente, encontramos el tercio de libre disposición, en el que el testador puede dejar lo que quiera a quien quiera, sin tener por qué ser a sus hijos.
Herencia entre hermanos sin testamento
Si un padre o madre fallece sin haber dejado testamento, la normativa del Código Civil establece los pasos a seguir para repartir la herencia entre sus hijos. Es decir, para que se repartan los bienes de un ascendiente entre hermanos.
Concretamente, si los padres han fallecido sin testamento, sus hijos recibirán la herencia a partes iguales. Es decir, no existe la posibilidad de beneficiar a un hermano por encima del otro. Esto es algo que solamente puede hacerse en caso de que el testador lo especifique en la parte que corresponde del testamento.
Por tanto, si un padre fallece sin dejar testamento, la normativa del Código Civil determina que todos los hermanos descendientes deben heredar la misma proporción de herencia. Otra cosa es que los herederos lleguen posteriormente a algún tipo de acuerdo en el que alguno de ellos salga más beneficiado con respecto al resto.
¿Y si fallece un hermano sin aceptar?
Supongamos que un hombre de 60 años y con tres hijos fallece. Puede darse el caso de que alguno de los hijos herederos fallezca antes de aceptar la herencia. Se trata de una situación poco habitual, pero es necesario conocer el procedimiento a seguir cuando esta situación ocurre.
Según los profesionales de ‘MundoJurídico.Info‘, si uno de los herederos fallece sin aceptar la herencia, tiene lugar el derecho de transmisión. Es decir, los derechos que corresponden al heredero fallecido pasan a sus herederos forzosos, que probablemente sean sus hijos.
En este sentido, los expertos aclaran que «al morir un heredero y surtir el derecho de transmisión se manifiesta la regla en la que por muerte del heredero sin aceptar ni repudiar la herencia, pasa a los suyos el mismo derecho que él tenía».