Una de las cosas que más preocupan a la población en general, es el hecho de empezar a cuidarse en los meses previos a la llegada del verano. De hecho, existen muchas dietas que te aseguran perder esos kilos de más sin mucho esfuerzo y de una manera rápida. Pero realmente, según la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), lo mejor es seguir una dieta sana y equilibrada. Que te permita adelgazar de manera efectiva y saludable.
Para muchas personas esto es algo difícil, ya que diariamente estamos expuestos a una multitud de productos ultraprocesados que no nos dejan llevar un estilo de vida conveniente. Aunque está en cada uno de nosotros el intentar no caer en la tentación, a pesar de que de vez en cuando podamos darnos un capricho.
Lo que está claro es que si queremos perder peso y mantenerlo en el futuro, lo mejor es que comamos de forma variada y equilibrada. No es necesario pasar hambre y sufrir en exceso durante el proceso. Solo hay que saber los pasos necesarios y los alimentos adecuados para poder lograrlo. En este artículo, te contamos en qué consiste este tipo de dieta, que se debería convertir en tu hábito de vida.
Una dieta sana debe incluir todos los nutrientes necesarios
A la hora de adelgazar, muchas personas optan por realizar dietas muy restrictivas que lo único que hacen es afectarles negativamente a su salud. Por ello, es necesario que escuchemos a los profesionales para saber qué alimentos debemos evitar y cuáles debemos incorporar a nuestra dieta.
Para poder llevar una dieta sana, lo que debemos hacer es ingerir los nutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione de manera correcta. Nuestra alimentación debe aportarnos la cantidad adecuada de hidratos de carbono y fibra para poder sentirnos saludables. De esta manera, los expertos aconsejan que lo ideal es que nuestra dieta se base en la ingesta de frutas y verduras (de 3 a 5 piezas al día).
Por otro lado, debemos ingerir la cantidad de 4 raciones al día de cereales y 3 o 4 raciones por semana de huevos, pescado y carne magra. Al mismo tiempo, debemos evitar en la medida de lo posible el consumo elevado de lácteos así como de grasa. Aunque esta última también es muy necesaria en su forma no procesada, como puede ser a través del aceite de oliva o los frutos secos.
Debe ser variada y adecuada a las necesidades de cada persona
Por otro lado, nuestra alimentación diaria debe ser variada y adecuada a nuestras necesidades. Es decir, no será recomendable la misma cantidad de nutrientes para una persona que sufra una enfermedad cardiovascular que para otra que tenga un estado de salud óptimo. Por ello, el hecho de que esté específicamente diseñada para cada persona es de vital importancia.
Por ello, lo ideal según los especialistas es variar cada día nuestras comidas pasando por todos los grupos alimenticios. Ya que cada uno de ellos nos va a aportar diferentes propiedades y beneficios que varían según del tipo que sean. Algo que nos va a servir para llegar antes a nuestro objetivo de pérdida de peso.
Algo que está extendido para todas las personas, es que debemos eliminar o reducir al mínimo la ingesta de productos ultraprocesados y de grasas saturadas. Como por ejemplo bollería industrial, bebidas azucaradas o cualquier tipo de snack con un alto contenido en aceites refinados. Además, se aconseja realizar de 4 a 5 comidas al día y realizar ejercicio físico de forma regular. De esta manera mantendremos nuestro metabolismo activo y preparado para convertir rápidamente las grasas en energía.