Adriana Apolo es mamá de Agustín, un pequeño con síndrome de Down, y el cual espera un nuevo hermanito. Por esta razón, Adriana ha lanzado una carta a través de su cuenta de Instagram para hacer frente a esas voces que le pretenden quitar las ganas de volver a ser mamá.
Reproducimos a continuación el contenido íntegro de la carta:
«Falta poco para conocer a mi nuevo amor, Felipe, el más chiquito de la familia. Un bebé deseado, esperado (no tan planeado)… en este embarazo me han preguntado como me animé a tener otro bebé luego de Agustín, si no tenía miedo porque podría nacer también con Síndrome de Down, me han preguntado si me hice pruebas, me han comentado que tal vez todos mis hijos pueden “nacer así»…
También me han dicho que soy valiente por tener otro bebé y todo esto me ha hecho pensar en que lo único que hice fue no dejar que el miedo detenga los anhelos de mi corazón. Confieso que antes de Tin no tenía conocimiento de muchas condiciones y complicaciones en el embarazo y parto… Y claro que al estar más consciente sentí miedo… pero no dejé que el miedo me detenga.
¿Se necesita ser valientes?
Yo viví una infancia preciosa con 3 hermanos, vengo de una familia numerosa con muchos tíos y primos y con mi esposo habíamos hablado de tener 2 bebés seguidos para que puedan jugar así como los 2 mayores. Todo esto estaba hablado desde antes de Agustín, y aunque nuestra vida cambió con su llegada, ese deseo no cambió para nosotros! ¿Se necesita ser valientes? Pues si, ser padres requiere valentía, compromiso y vocación pero ni más ni menos por tener un bebé con alguna condición.
El miedo que sentí al inicio se fue transformando en confianza y aunque se que no será fácil criar a dos chiquitos revoltosos, es lo que deseo y lo haré con amor inspirada en el ejemplo de tantas súper mamás de mi familia.. como mi mamá que pudo con 4 o mi abuelita Rosa que pudo con 10 hijos! (allá voy! Jaja noo…mentira!!!) .
Así que si estás pensando en tener otro bebé luego de tu hijo con discapacidad revisa los motivos que te llevan a quererlo, que no sea sólo para que cuide de su hermano/a, que no sea por presiones externas o porque lo recomienda un psicólogo, busca en tu corazón los verdaderos motivos y si crees en Dios encomiéndale este deseo… pues cada hijo es una bendición y un milagro si tú lo miras así!»