El exceso de velocidad sigue siendo la infracción más cometida según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Una imprudencia que además, provoca un elevado número de accidentes a lo largo del año. Y es que uno de los principales problemas es que la solución, debe pasar por la concienciación y responsabilidad de los conductores. Pues no sirve de nada toda la señalización si a la hora de la verdad, no se respeta. Es por ello, que la DGT no tiene más remedio que servirse de medidas de control para intentar paliar los daños.
En este sentido, la herramienta más eficaz para controlar la velocidad en las carreteras de España, son los radares. Se trata de un dispositivo capaz de captar la velocidad de cualquier vehículo e identificarlo para que pueda ser sancionado. Una herramienta fundamental para la DGT, ya que si tuviese que llevar a cabo este trabajo con agentes de seguridad, sería imposible abarcar todo lo necesario. Es por ello, que estos dispositivos se han convertido en fundamentales para la DGT.
La importancia de los radares para la DGT
La Dirección General de Tráfico (DGT), sabe que una de sus herramientas fundamentales son los radares para controlar el exceso de velocidad. De este modo, consigue amedrentar a muchos infractores y evitar accidentes de tráfico. Cabe recordar, que existe radares fijos y móviles.
El primero de ellos es el que se instala en un lugar determinado. Este puede ser de los que capten la velocidad del vehículo cuando pasan por el dispositivo, o que capten el mismo dato en varios puntos y hagan una media, es decir, sean radares de tramo. En el segundo de los casos, se tratan de radares que se instalan en diferentes puntos con el objetivo de contar con el factor sorpresa para el conductor que deberá respetar sí o sí, los límites de velocidad.
En cualquiera de los casos, el objetivo es determinar si un vehículo ha excedido el límite de velocidad establecido. No obstante, es importante tener en cuenta que estos dispositivos, pese a la tecnología utilizada, siempre han contado con un pequeño margen de error. Sin embargo, la DGT ha anunciado que se han llevado a cabo algunas modificaciones en los dispositivos para que este margen de error, disminuya considerablemente.
Margen de error en los radares
La DGT nunca ha ocultado que a pesar de la tecnología utilizada, los radares contaban con cierto margen de error. La explicación era que se aplicaba lo conocido como la ‘regla del 5 y del 7‘, esto es, los márgenes de error con los que contaban los radares. Pero, ¿Por qué 5 y 7? Porque estos eran los márgenes de error en base a la limitación de velocidad:
- Carreteras con un límite máximo de velocidad era igual o inferior a 100 km/h: margen de error o tolerancia era de +-5 kilómetros para radares fijos y de +-7 km para radares móviles. Es decir, si un conductor excedía la velocidad máxima por 5 km o 7 km, respectivamente, el radar no lo sancionaría.
- Carreteras con límites de velocidad superiores a 100 km/h: los valores de +-5 y +-7 se interpretaban como porcentajes relativos a ese límite máximo.
Sin embargo, la DGT ha anunciado que estos márgenes de error se han ajustado considerablemente. Tanto es así, que a partir de este mes de mayo comenzarán a funcionar estos radares con más precisión, y en consecuencias, sin apenas margen de error. En cualquier caso, no debe olvidarse que lo importante es ser responsables y conscientes del peligro que entraña correr más de la cuenta y las consecuencias tan graves que puede tener.