La gestión del sistema de dependencia de Canarias está siendo «terrible». José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, ha reconocido que las cifras han mejorado en el último año, a la vez que lamenta que las islas continúen con la mala gestión desde que se crease el sistema hace 15 años.
En una entrevista en La Mañana en Canarias, Ramírez ha destacado que 1514 personas han fallecido entre el 1 de enero y el 30 de septiembre en el archipiélago esperando por la prestación o servicio de dependencia, «una persona cada cuatro horas».
Canarias es de las comunidades que menos invierte en dependencia. Es más, invierte cuatro veces menos que la CCAA que más recursos destina a ello; casi la mitad que la media nacional: 95 euros por habitante y año frente a los 183 euros en el conjunto del Estado.
«Sin dinero no se puede atender la dependencia», ha recalcado José Manuel Ramírez, calificando de «desidia en el sistema» que 24.600 familias estén sufriendo en el archipiélago la gestión del Gobierno de Canarias.
Sin embargo, ha reconocido que el Ejecutivo regional fue el tercero de toda España que más incrementó su presupuesto en dependencia en 2019; concretamente, un 16% algo que considera «absolutamente deficiente».
El sistema está retrocediendo en España durante la pandemia: hay menos beneficiarios de la dependencia hoy de los que había a principio de año; aunque en Canarias ha sido distinto porque ha aumentado en 1808 personas, pero sigue siendo insuficiente porque está sufriendo el lastre de la gestión en los últimos 15 años», ha lamentado Ramírez.
¿Qué es la Ley de Dependencia?
Para saber qué es la Ley de Dependencia es necesario remontarse a su origen. La Ley de Dependencia en España, así como las prestaciones de la Ley de Dependencia, fue presentada en marzo de 2006 y aprobada en Consejo de Ministros en abril de 2006, para ser finalmente aprobada en el Congreso de los Diputados en noviembre de 2006.
La Ley de Dependencia se desarrolló para personas que por razones de edad, enfermedad o discapacidad son dependientes de forma permanente.
Lo que buscó esta normativa desde el principio fue llegar a personas con dificultades para realizar las actividades propias de la vida diaria; es por eso que además de ayudas económicas, se previó desde el principio una serie de servicios directos a los solicitantes; que les permitía una mayor seguridad en su día a día.
El resultado fue un amplio conjunto de servicios y prestaciones destinadas a personas cuya autonomía personal es reducida. Además, del establecimiento de unos servicios públicos acreditados, conocidos como el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD).
Las prestaciones de la Ley de Dependencia (LAPAD) y los requisitos para acogerse a estas ayudas las analizamos a continuación.