El té puede ser una de las bebidas más recomendadas para consumir en el día a día, especialmente gracias a las diferentes propiedades que aportan los diferentes tipos que existen. Generalmente, existen cinco grandes grupos de té: Rojo, verde, blanco, negro y azul.
Sin embargo, existe la posibilidad de realizar una gran variedad de infusiones con diferentes ingredientes; como orégano, canela o jengibre. En esta ocasión hablaremos de una variedad de té que aporta frescor e importantes beneficios al organismo.
En muchas situaciones, las personas tendemos a confundir la menta y la hierbabuena. Es cierto que se trata de dos plantas con aspecto similar y con un sabor que comparte ciertos matices. No obstante, existen importantes diferencias entre ambas.
A simple vista, la menta tiene unas hojas de color verde más oscuro y una textura un poco más rugosa que las hojas de la hierbabuena. Así, es posible realizar un té de menta que aporta importantes beneficios a la salud.
Beneficios de la menta
La menta es una planta con gran aroma y es refrescante, por lo que ayuda a saciar la sensación de sed de forma natural y contribuye a reducir el calor. Por estas características, tomar un té de menta en verano puede ser una bebida idónea para mejorar la hidratación del organismo.
Debido a su sabor y su olor, la menta ayuda a combatir el mal aliento. Por este motivo, muchos chicles o caramelos tienen sabor a menta.
Así, ingerir té de menta con regularidad puede ayudar al organismo en cuanto problemas digestivos, reducción de gases o facilitar digestiones pesadas.
Además, también contiene beneficios frente a problemas gripales o de las vías respiratorias; ya que facilita la expulsión de mucosidad. Así, es una excelente bebida para fortalecer el sistema inmunológico.
Por otra parte, mejora la digestión y disminuye los mareos, También contribuye a reducir la irritación intestinal, mejorar los síntomas de una diarrea o frente a una colitis.
Así, estos son todos los beneficios que puede aportar al organismo tomar con regularidad un té de menta. Además, añadiendo un poco de hielo supone una bebida idónea para consumir durante el verano.
Cómo elaborar té de menta
Para elaborar té de menta es necesario contar con hojas de menta fresca, un litro de agua y miel (opcional). También es posible utilizar bolsitas de té de este ingrediente.
- El primer paso es preparar la menta fresca. Es necesario moler un poco las hojas para liberar todo el aroma y sabor. Lo más adecuado es utilizar un mortero, aunque también es posible realizar dicha actividad con un mortero.
- La temperatura ideal para infusionar la menta en el agua es de 90ºC, preferiblemente con agua caliente que no llegue a hervir. Una forma de mejorar la infusión es utilizar agua filtrada o embotellada.
- El tiempo para infusionar el té de menta fresca oscila entre 5 y 10 minutos. Depende del tipo de hojas de menta utilizadas para la infusión. Cuanto mayor sea el tiempo de infusión, más intenso será el sabor de la menta.
- Un consejo es probar el sabor de la infusión cada cinco minutos para ver si es necesario dejar un poco más de tiempo, hasta encontrar el sabor perfecto para el té.
- Por último, es necesario retirar las hojas de menta. Normalmente es una tarea sencilla en la que no es necesario usar un colador. Es en este momento cuando puedes añadir un chorro de miel, siempre que lo desees.
Para consumir frío es recomendable dejar en temperatura ambiente y posteriormente añadir cubitos de hielo antes de servir. El té de menta es una bebida muy aconsejable para tomar en verano y hacer frente a las altas temperaturas.