El reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente total implica una serie de beneficios para la persona perceptora, más allá del propio hecho de recibir una pensión mensual.
La incapacidad permanente total es un grado de invalidez que inhabilita al trabajador para el desarrollo de su profesión habitual. Sin embargo, es compatible con otras actividades laborales que no entren en conflicto con las limitaciones que dieron origen a la incapacidad.
En este año 2024, las cuantías de las pensiones contributivas de incapacidad permanente total se han revalorizado en un 3,8%. Por su parte, las pensiones mínimas de incapacidad permanente total han aumentado un 6,9%.
Beneficios de la incapacidad permanente total en 2024
El principal beneficio de la incapacidad permanente total es la percepción de una pensión con una cuantía equivalente al 55% de la base reguladora del trabajador.
Además, la cuantía de la incapacidad permanente total puede aumentar un 20% en caso de que la persona beneficiaria tenga 55 años o más (sin alcanzar la edad de jubilación) y se encuentre en situación de desempleo. Este hecho se conoce como incapacidad permanente total cualificada.
Otro beneficio importante es que la pensión de incapacidad permanente total se puede compatibilizar con otras actividades laborales no similares a la profesión habitual del trabajador.
Desde ‘CampmanyAbogados’ explican que «cumpliendo determinados requisitos, se puede solicitar un pago único -a modo de indemnización- en lugar de una prestación mes a mes. Aunque el número de mensualidades que componen dicho pago varían en función de la edad del pensionista«.
Las personas perceptoras de una incapacidad permanente total también tienen derecho a cobrar el complemento para reducir la brecha de género en las pensiones.
Más ventajas de la incapacidad permanente total
Desde el año 2023, las personas a las que se le reconoce una incapacidad permanente también tienen una asimilación de personas con discapacidad igual o superior al 33%. Esta asimilación únicamente se aplica para el ámbito laboral.
Es decir, para disfrutar de los beneficios fiscales y sociales de las personas con discapacidad, los beneficiarios de una incapacidad total también deben contar con un certificado por discapacidad.
Así, las personas con una incapacidad permanente total también pueden acceder a las ofertas de empleo dirigidas específicamente para las personas con discapacidad.
Por otra parte, los profesionales de ‘CampmanyAbogados’ argumentan que «se puede obtener gratuitamente medicación con receta en las farmacias si las rentas del titular de la pensión son inferiores a 5.635 € anuales. O también si son menores a 11.200 € y no se está obligado a realizar la declaración anual de renta».
Al llegar a la edad ordinaria de jubilación, el beneficiario puede elegir entre seguir cobrando la pensión de incapacidad permanente o pasar a percibir la pensión de jubilación; siempre que también tenga derecho a la pensión contributiva de jubilación.
A partir del cumplimiento de la edad de jubilación, el Instituto Nacional de la Seguridad Social ya no podrá realizar una revisión sobre la situación del trabajador. Este es un aspecto importante que deben conocer las personas beneficiarias de una pensión de invalidez total.
Si bien, los perceptores de una incapacidad permanente total también tienen derecho a solicitar una revisión por empeoramiento, para pasar a un grado de invalidez superior y cobrar una pensión con una cuantía mayor.
Al respecto de este último derecho, los expertos de ‘CampmanyAbogados’ aclaran que «se podrá solicitar una vez pasen los dos primeros años o, en su defecto, se sobrepase el plazo de la primera revisión que indique el documento de resolución de la incapacidad».