Un notario es un funcionario público cuya misión es dar veracidad legal a una serie de documentos para los que es necesaria su presencia. Es decir, es la persona que tiene el poder para comprobar pactos contractuales entre personas, legitimarlos y dar fe pública de ello. De este modo, su función es ser testigo imparcial para certificar la autenticidad de un documento.
Por este motivo, el notario es pieza fundamental en la compra de una vivienda siempre que se firme una hipoteca para llevar esta operación a cabo. Esto significa, que su papel no es vital en la firma de un contrato de compraventa privado. Sin embargo, la ley obliga a que sean partícipes si es necesario firmar un préstamo hipotecario para ello.
De hecho, el papel del notario en una compraventa es incluso importante antes de llevar a cabo este acto. Pues una de sus misiones es asesorar de manera imparcial a ambas partes acerca de los intereses de cada uno. Además, este profesional actúa en parte como mediador, y en parte como una especie de traductor entre las partes.
Esta función consiste en dejar claro a todas las partes lo que se va a firmar. Es decir, el notario, lee y explica cada una de las cláusulas de la escritura pública de la vivienda objeto de la compra, pero también, las condiciones de la hipoteca que esto implica. De este modo, además de dar fe de la veracidad del documento, deja constancia de que se ha entendido.
EL PAPEL DEL NOTARIO EN LA FIRMA DE UNA HIPOTECA
Como hemos comentado anteriormente, el notario es la persona encargada de explicar y hacer entender, todas y cada una de las cláusulas que conlleva un contrato hipotecario cuando se va a ejecutar una compraventa. Cabe recordar, que la hipoteca es en acuerdo que la parte compradora adquiere con una entidad bancaria para que esta, le preste el dinero que necesita para llevar a cabo la compra a cambio de devolverlo en cuotas mensuales con intereses.
Para llevar a cabo este trámite, la parte compradora debe realizar dos visitas al notario. En la primera de ellas, es en la que este explica las condiciones del contrato que se va a firmar y se realizan los asesoramientos oportunos. Lógicamente, se lleva a cabo antes de la firma. La segunda visita es la de la firma de las condiciones de la hipoteca. En este momento, se reunirán el notario, el comprador, el vendedor y un miembro de la entidad bancaria.
CÓMO ELEGIR A ESTE PROFESIONAL
Ya sabemos que el papel de un notario en una compraventa cuando hay un contrato hipotecario de por medio, es fundamental. Sin embargo, existe la duda sobre quién debe elegir a este profesional. En este sentido, el Banco de España ha recordado que la Ley 5/2019 de contratos de crédito inmobiliario, establece que «los consumidores disponen de libertad para elegir notario tanto en la firma como en la cancelación del préstamo hipotecario».
Esto significa, que quien tiene la potestad para elegir al notario, es el comprador. Bien es cierto, que en ocasiones las entidades bancarias aconsejan porque suelen tener relación habitualmente con estos profesionales. Por tanto, es habitual que intenten trabajar con alguien conocido. Sin embargo, es el comprador quien debe tomar esta decisión.
Tras elegir el notario, la única duda que suele quedar es saber quien debe pagar los gastos de notaria. En este sentido, son el vendedor y el banco sobre quienes deben recaer estos gastos cuando se compra un inmueble y se firma una hipoteca.