Las jornadas laborales y la cotización a la Seguridad Social son claves a la hora de acceder a la pensión contributiva de jubilación. Así lo determina la normativa de la Seguridad Social en relación al sistema de pensiones español.
Por otra parte, también es posible aumentar la cuantía a percibir en la pensión al seguir trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación. Hablamos de la modalidad de jubilación demorada, con importantes incentivos al seguir sumando jornadas laborales y cotizaciones a la Seguridad Social.
Con todo ello, no hay que olvidar que España se encuentra en pleno proceso de aumento de la edad ordinaria de jubilación, que seguirá en incremento junto al número de años de cotización exigidos, al menos, hasta el año 2027.
Jornadas laborales y cotización
En la última reforma de pensiones, impulsada por el ministro José Luis Escrivá, se ha adoptado una medida con efectos directos en las jornadas laborales. En concreto, se ha aprobado una asimilación de las jornadas laborales a tiempo parcial con las jornadas laborales a tiempo completo.
Para tener derecho a cobrar una pensión contributiva de jubilación en España, es necesario haber cotizado a la Seguridad Social durante, al menos, 15 años. Además, dos de esos años de cotización deben comprenderse en los 15 años anteriores a la jubilación.
Igualmente, en 2023, para acceder al 100% de la base reguladora en la pensión, el ciudadano tendrá que haber cotizado durante 36 años y seis meses como mínimo. La mayoría de personas aspira a cobrar la pensión completa. En este sentido, es necesario cumplimentar un importante número de jornadas laborales durante la vida laboral.
Las ventajas de la jubilación demorada
En 2023, la edad ordinaria de jubilación es de 66 años y cuatro meses para las personas que han cotizado menos de 37 años y nueve meses a la Seguridad Social. Por su parte, es de 65 años para las personas con una cotización igual o superior a 37 años y nueve meses.
Sin embargo, los ciudadanos que lo deseen pueden acogerse a la modalidad de jubilación demorada. Es decir, seguir cumpliendo jornadas laborales y trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación.
Actualmente, la Seguridad Social ofrece diferentes incentivos económicos en la pensión contributiva para aquellas personas que deciden optar por la jubilación demorada en España:
- Un porcentaje del 4% por cada año de más cotizado a la Seguridad Social. Dicha cuantía se suma al importe total de la pensión contributiva.
- Una cantidad a tanto alzado que depende del número de años cotizados previos al inicio de la jubilación demorada. La cantidad puede oscilar entre 5.000 y 12.000 euros por cada año extra cotizado.
- Combinación de las dos opciones anteriores.
Por tanto, las jornadas laborales y la cotización a la Seguridad Social son claves durante la vida laboral. Si bien, también son ventajosas más allá de la edad ordinaria de jubilación, ya que ayuda a obtener una cuantía superior en la pensión contributiva de jubilación.
«Una de las principales novedades de la nueva Ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo del sistema, que entró en vigor este enero, es el incremento de los incentivos para prolongar tu vida laboral y retrasar la edad de jubilación, lo que se conoce por jubilación demorada», indican desde la Seguridad Social.