Aunque pensemos que las espinacas son solo para estar fuertes como Popeye, resulta que este alimento también ofrece otros beneficios, dentro de los que se encuentra el cuidado de la salud ocular, destacando su contribución en la prevención de la degeneración macular.
A pesar de que muchas personas no saben cómo incluir este ingrediente en su menú, las espinacas también son bastante versátiles, así podremos poner a volar nuestra imaginación y cuidar de nuestra salud y de nuestra visión al mismo tiempo que disfrutamos recetas deliciosas.
¿Por qué las espinacas son buenas para la visión?
Se sabe que en las espinacas se pueden encontrar elementos que son muy benéficos para la salud, como por ejemplo, los pigmentos, los fitonutrientes, las vitaminas y minerales como el hierro, el potasio o el magnesio.
Ahora bien, para ir ampliando lo que se sabe de sus beneficios, la ciencia ha realizado diversos estudios y en algunos de ellos se han logrado demostrar los efectos sobre la visión, como por ejemplo una reducción significativa del riesgo de padecer cataratas.
Dentro de los compuestos de las espinacas destacan dos elementos que son de mucha importancia para la salud ocular, como lo es la zeaxantina y la luteína, dos antioxidantes que contribuyen activamente en la prevención de la degeneración macular que se presenta con el pasar de los años.
Dentro de los otros problemas oculares que también se pueden prevenir gracias a los nutrientes de las espinacas se encuentran la comezón, la resequedad y las úlceras de los ojos.
Además, ejerce cierto efecto antiinflamatorio que ayuda a tratar la irritación y la hinchazón.
Otros beneficios relacionados con el consumo de espinacas
Del mismo modo que se recomienda comer espinacas para prevenir enfermedades oculares, su consumo también está recomendado para tratar o prevenir otros problemas de salud, como por ejemplo, la anemia, las enfermedades cardiovasculares y las infecciones, ya que fortalece el sistema inmunológico.
De igual modo, contribuye con el funcionamiento del cerebro y la prevención de enfermedades mentales, así como ayuda a perder o mantener el peso corporal y protege las células del cuerpo, sobre todo las de la piel, lo que contribuye con la reducción de los signos del envejecimiento.
¿Cómo incluirlas en el menú?
Antes que nada, es importante estar claros que una alimentación balanceada se basa en la planificación, pues se debe considerar tanto las opciones, como los métodos de cocción y las combinaciones de los alimentos, por lo tanto, es mejor seguir los consejos de los expertos en nutrición.
En cuanto a la espinaca, existen muchas maneras de incluirla en la dieta, aunque la forma más común es utilizarla como un ingrediente para distintos tipos de ensaladas.
Pero como la intención es elaborar recetas que sean atractivas, se pueden elaborar salsas, cremas, purés o incluso batidos verdes, además de combinar bien en las tortillas de huevo, la ricota, los quesos, el jamón y como compañía para carnes, solo es cuestión de ser creativos a la hora de cocinar.