El café es uno de los alimentos más consumidos del mundo. Es una bebida que triunfa debido a su intenso sabor o su aporte energético debido a la cafeína. Además, una sola taza de café te aporta vitamina B2, vitamina B5, potasio, manganeso, niacina y magnesio.
Y es que el café, al igual que el té, es un nutriente que tiene muchos aspectos beneficiosos para nuestra salud. Por eso, a pesar de tener cafeína, se puede tomar durante el embarazo o cuando estamos en el hospital.
En muchos países el café se ha convertido en complemento fundamental en la vida de muchas personas. Este alimento fue descubierto en el año 300 en Etiopía, pero no se comenzó a tostar sus granos para preparar la bebida hasta el siglo XV.
Actualmente, millones de personas que lo consumen diariamente por su sabor y por la capacidad de ayudar a estar enérgico durante todo el día. Sin embargo, siempre existen dudas sobre cuáles son sus repercusiones en la salud.
Un estudio realizado por la revista New England Journal of Medicine muestra las evidencias disponibles en la relación con el café, la cafeína y la salud.
«Con los años las evidencias han ido modificando el conocimiento sobre los efectos de la cafeína y esto ha hecho que no todos los médicos demos el mismo mensaje», señala el doctor Ignasi Duran, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Barcelona.
Factores de la cafeína
La cafeína muestra una gran cantidad de efectos en nuestra salud. Para empezar, hay que tener en cuenta que la cafeína se encuentra en muchos alimentos aparte del café.
«A diferentes concentraciones también ingerimos cafeína en otros alimentos como el té, el mate, el cacao, algunos refrescos y también en bebidas estimulantes», explica el doctor.
Además, los expertos señalan que al consumir café también se absorben una elevada cantidad de sustancias biológicamente activas con propiedades que son diferentes a la de la cafeína.
En este sentido, se ha comprobado que la cafeína no afecta de la misma manera a todo el mundo. Y es que sus efectos varían dependiendo de la persona que la consuma. Otro elemento a tener en cuenta a la hora de medir esto son los medicamentos, que también pueden varias la duración de los efectos de la cafeína.
Además, el tabaco acelera la desaparición de la cafeína en sangre mientras que los anticonceptivos y el embarazo disminuyen su eliminación.
El colesterol
El doctor Ignasi del Hospital Quirónsalud Barcelona señala que «el café tiene una sustancia que eleva los niveles de colesterol -conocido como cafestol-. Este es mayor en el café no filtrado que en el café exprés».
Se ha demostrado por tanto que el café filtrado no aumenta los niveles de colesterol en el cuerpo. Por lo tanto, se debe inculcar el consumo de este tipo de café.
Hipertensión arterial
Existe una creencia en la población de que el café provoca un aumento de la presión arterial, pero se equivocan. Se ha demostrado en el estudio que las personas que toman cafeína pero no provienen del café aumentan la presión arterial.
Sin embargo, los expertos han señalado que las personas que consumen café, debido a los demás nutrientes que contiene, no tienen mayor riesgo de tener hipertensión. Además, varios estudios indican que las personas que consumen café de forma moderada tienen una menor probabilidad de sufrir ictus.
El consumo moderado se estima que no debe sobrepasar los 400 mg de cafeína diarios. Sería alrededor de 2-5 expresos a lo largo del día.
“Aunque no hemos de recomendar el consumo de cafeína como prevención, si que se puede considerar un hábito saludable tomarse alguna taza de té o de café” finaliza el doctor Ignasi.