Los prebióticos son aquellas sustancias no digeribles por el tracto digestivo, que pasan a formar parte del complejo-fibra y son fermentados por la microbiota. En este caso, una de las sustancias prebióticas más famosas es la insulina.
Así, los prebióticos van a hacer que nuestra flora intestinal se mantenga organizada y estructurada para combatir cualquier tipo de infección que perjudique la salud del intestino. Además, también repercute en el sistema digestivo ya que forma parte de todo este proceso de asimilación.
Cuidar la dieta es fundamental para tener una buena salud y mantener estable nuestro organismo. A esta debemos incluirle alimentos saludables que nos ayuden a mejorar el funcionamiento de todo nuestro cuerpo.
Los prebióticos están conformados por moléculas de gran tamaño, las cuales forman parte de la fibra alimentaria.
En definitiva, son sustancias no digeribles de los alimentos que promueven la actividad y crecimiento de las bacterias sanas para el intestino.
Esto va a hacer que los efectos positivos de los prebióticos en el organismo se cuenten por cientos. Como, por ejemplo, los beneficios que provoca en nuestro sistema inmune si los consumimos a diario.
Los prebióticos mejoran el sistema inmune y la protección de las defensas
Una de las cosas más importantes de los alimentos prebióticos es que podemos consumirlos a diferentes horas del día. Ya que, como hemos mencionado anteriormente, se trata de una fibra dietética que está presenta en muchos productos.
Uno de los beneficios más destacados del consumo regular de este tipo de alimentos es que nos va a ayudar a mejorar el sistema inmune. Uno de los objetivos para cuidar nuestra salud que más debemos tener presentes a diario.
Si bien es cierto que el funcionamiento del sistema inmune depende en gran medida de la inmunidad innata que tiene todo el mundo desde su nacimiento, también influyen otros factores que van a modificarlo con el paso de los años. Es decir, las personas tenemos un relevancia considerable en cuanto a la salud del organismo.
Debido a esto nace el hecho de destacar la importancia de los alimentos prebióticos en nuestro día a día. Ya que realmente van a servirnos como medio para crear una barrera en nuestra microbiota intestinal, por la que no puedan introducirse virus e infecciones que alteren el funcionamiento normal del organismo.
Por su parte, los probióticos son organismos vivos que alteran la microbiota intestinal. Estos ayudan a mantener, o mejorar, las bacterias buenas que se alojan en nuestro intestino. De ahí la importancia de complementar ambos para mantener una buena salud.
Alimentos prebióticos que fortalecen las defensas
Como hemos mencionado anteriormente, los prebióticos son aquellos alimentos que son ricos en fibra dietética. Por lo que merece la pena cuáles son los que más van a beneficiar la protección de las defensas y la actividad del sistema inmune.
Aquí se incluirían todas las verduras que ayudan a nuestra flora intestinal, sobre todo las verduras de hoja verde. Como las espinacas, las lechugas, o las coles.
Y luego las crucíferas son muy interesantes, como la coliflor, el nabo, la col rizada, o el brócoli. Otros alimentos ricos en prebióticos son el ajo, las alcachofas, la avena, la cebolla, los espárragos, los garbanzos, las lentejas, la patata, los plátanos, y el puerro.