Nuevo contratiempo para Ángel Hernández, el hombre que ayudó a su mujer, María José Carrasco, a quitarse la vida mediante el suicidio asistido, debido a que se encontraba en una fase terminal de su enfermedad.
La Audiencia Provincial de Madrid ha acordado que la instrucción del caso continúe en el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 5 de Madrid que ya se encontraba investigándolo. Una resolución inamovible debido a que no existe la posibilidad de presentar un recurso ordinario.
La titular de este Juzgado ya había rechazado la inhibición planteada por el Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid, quien estimó la existencia de una petición “seria y explícita” de su mujer para poner fin a su vida. Desde Fiscalía está en contra de esta visión ya que, mandaría “un mensaje distorsionado a la sociedad”.
Desde la Audiencia de Madrid atribuye la competencia al juzgado de Violencia sobre la Mujer, ya que entienden que “no se dan las circunstancias para determinar fehacientemente si se trata de un acto de violencia contra una mujer en el ámbito de la pareja”, tal y como determina la ley integral de violencia sobre la mujer.
Los hechos han sido calificados como un posible delito de cooperación al suicidio de una persona que sufre enfermedad o padecimientos incurables y difíciles de curar del artículo 143.4 del Código Penal.
Ángel, por su parte, ya declaró que “todo lo que grabé lo hice también para que no se me encausara como violencia de género. Es un insulto. Es terrible. Me pone malo” y añade que “si eso llegara a juicio, el estar encausado por violencia de género, yo no lo voy a reconocer”.