Encontrar un alimento que consiga aglutinar diferentes propiedades nutritivas de forma tan clara y concisa nunca fue tan fácil. El ajo es un superalimento con un poder curativo y debes conocer todos los beneficios que guarda para nuestro corazón y nuestro organismo en general: desde la presión arterial hasta nuestra propia digestión, pasando por nuestra flora intestinal.
El ajo es esa planta herbácea de hojas largas, en forma de espada, flores pequeñas y blancuzcas y fruto en cápsula que encierra unas semillas negras y arriñonadas.
Para quien no lo sepa, el bulbo es de olor y sabor intenso y característico, y está cubierto por una envoltura parecida a un papel muy fino.
Consta el ajo de varias piezas fáciles de separar llamadas dientes, que son las que podemos utilizar en nuestros desayunos, pero también en los almuerzos y cenas.
Pese a ese olor en ocasiones fuerte, su acción es vital para darle sabor a nuestras comidas, y claro que lo consigue. Lo mejor es saber a qué precio tan positivo.
¿Cómo protege este superalimento tu corazón?
Si consumimos ajo de forma regular, y no lo olvidamos en nuestra dieta rica y equilibrada, gozaremos de una mejora en nuestra circulación sanguínea.
Provoca un efecto vasodilatador el ajo, aumentando el diámetro de los vasos sanguíneos, por más que la sangre fluya con menos presión.
De esa presión nace la tensión arterial, y si queremos evitar enfermedades o dolencias que afecten a nivel cardiovascular, debemos tomar mucha atención.
Luego es capaz el ajo de estimular las mucosas gastrointestinales, provocando un aumento de las secreciones digestivas y de la bilis, mejorando la actividad del tracto digestivo.
Así que no dudes en aprovechar sus ventajas para con nuestra microbiota y benefíciate de todo eso que tiene que aportarnos a nivel de digestión.
Por si fuera poco, también es capaz el ajo de reducir la frecuencia de los resfriados en adultos. Así se establece en un estudio del St. Joseph Family Medicine Residency, en Estados Unidos.
El ajo reduce el colesterol
Por otro lado, y de la mano de otro tipo de aportes, nutre el ajo de tal manera que ayuda a reducir los niveles de colesterol de forma considerable. Es por eso por lo que se considera un gran superalimento.
Y es que un estudio publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry demostró que el ajo era capaz de reducir el colesterol malo, el conocido LDL.
Por lo que un truco, si te gusta tomarlo pero quieres rebajarle un punto su sabor fuerte, es dejándolo en remojo durante una hora antes de la cocción.
Cuida de tus huesos el ajo, independientemente de la artritis o de cualquier otro dolor articular, gracias a su alto contenido de selenio y sulfuro. Y eso también repercute positivamente en nuestro sistema inmunológico.