Someter a la piel a un proceso de peeling es vital para lograr que las toxinas no hagan estragos en las capas más profundas de la dermis. Todos sabemos que el proceso de envejecimiento es inevitable, pero ¿Qué pasaría si pudiéramos retrasarlo?
Mientras respondes esa pregunta, considera que en el camino a mantener una piel sana, tendemos a poner confianza en cientos de productos.
Si bien la cosmética en los últimos años a revolucionado con todos sus avances, es prudente decir que no siempre beneficia a todos por igual.
Por consiguiente, las pieles sensibles son las más complicadas, puesto que dada su delicadeza; son pocos los ingredientes que se adaptan a ellas.
No obstante, afortunadamente existe el ácido láctico, compuesto que pertenece al selecto grupo de los alfa hidroxiácidos, es decir, los AHAs.
Si no conocías este ingrediente, tienes que saber que es perfecto para la dermis, así que considera que si eres de esos cutis que se irritan fácilmente, este ácido es el aliado para ti.
¿Qué es el ácido láctico?
Es un compuesto que pertenece al grupo de los AHAs, y que naturalmente es producido por nuestro cuerpo.
En los últimos años ha sido incorporado a los productos cosméticos, dada su suavidad para tratar la piel sensible.
Asimismo, es reconocido por su efecto peeling y por regular el pH.
También reactiva otros ácidos más agresivos como el glicólico y azelaico.
De igual forma, el ácido láctico también pertenece a los alimentos, siendo encontrado con facilidad en rubros fermentados como el kéfir, queso fresco y el yogur.
Efectos sobre la piel
El ácido láctico se caracteriza por ser uno de los más suaves de su especie; siendo perfecto para eliminar las células muertas de las dermis sensibles.
Aparte, este compuesto renueva la superficie cutánea, logrando retrasar el envejecimiento prematuro y devolviendo la lozanía.
Dada su sutil pero efectiva acción, se diferencia de otros ácidos del AHAs.
Otro de sus efectos es que logra penetrar en capas profundas, mientras al mismo tiempo incentiva la segregación de colágeno y elastina.
Tampoco podemos dejar de mencionar, que es de los pocos ingredientes que no provocan ningún tipo de descamación ni irritación.
Beneficios
Para poder hablar de los beneficios del ácido láctico, hay que acotar que el compuesto tiene tres funciones, las cuales son consideradas los aportes de los AHAs.
Exfolia profundamente la piel
Su capacidad de eliminar las células muertas aporta un aspecto rejuvenecido a la piel, puesto que limpia a profundidad.
Igualmente logra refinar la textura, aportar luminosidad y combatir la hiperpigmentación.
Estimula la producción de colágeno
Otro de los beneficios más alabados del ácido láctico, es que una vez entra en contacto con el piel, estimula la producción de colágeno.
Afortunadamente, con este efecto los poros se cierran, la firmeza gana terreno en la superficie cutánea y se reduce la intensidad de las líneas de expresión.
Protección total
De igual forma, aumenta las ceramidas, resguardando la piel de los efectos solares y formando una barrera protectora.
Logra atraer el agua y mantener una hidratación perenne.
Consejos para usar el ácido láctico
No solo el ácido láctico, sino todos los productos nuevos deben ser introducidos paulatinamente en la piel.
En el caso del ácido láctico, una de las formas más responsables de incorporarlo es paulatinamente; iniciando con dosis bajas y luego aumentando según sea su necesidad.
Adicionalmente se recomienda que solo sea usado una vez por semana, específicamente por las noches para un peeling profundo.
Tampoco olvide la importancia de vivir este proceso acompañado de un dermatólogo, quien se encargará de evaluar la forma de aplicación según sus necesidades cutáneas.
Medidas preventivas
Así como mencionamos los pros, también hay que citar los contras del producto de éste artículo.
Bajo ninguna circunstancia mezcle el ácido láctico con vitamina C, peróxido de benzoilo, retinol u otros componentes del grupo AHAs.
Unir los ya citados sobre exfolia la piel y la irrita drásticamente.