El acné es una patología que afecta directamente a nuestra piel, especialmente el rostro. Se trata de una enfermedad fácilmente asociada a los adolescentes, pues suelen padecerla en diferentes grados de intensidad durante la etapa de la pubertad. No obstante, también puede afectar a personas adultas.
Cuando padecemos acné sufrimos dolor causado por el hinchazón de los ‘granos’ que aparecen en la zona afectada, principalmente intensos en la cara. Pero además, un mal tratamiento del acné puede dejarnos marcas en el rostro de por vida.
Por eso, es importante atajar la afección cuando antes y de la forma más adecuada posible. La coordinadora de Formación de MartiDerm, marca especializada en pieles que sufren constantemente de acné, Sara Vayreda, señala: «El acné es un proceso inflamatorio de la piel provocado por un crecimiento bacteriano que produce una infección localizada».
Del mismo modo, Vayreda manifiesta que «para combatirlo necesitamos una rutina completa que reduzca la inflamación, la grasa y las imperfecciones manteniendo el equilibrio de la piel», tal y como asegura la experta a El Mundo.
Según la especialista todo tratamiento frente al acné comienza con una buena limpieza e hidratación de la piel. En este sentido, la doctora Cristina Corredera, dermatóloga de Quirónsalud Valencia, aconseja asear nuestro rostro de manera diaria, acompañado de una buena hidratación.
Sara Vayreda recomienda, además el uso de un exfoliante suave, a aplicar preferiblemente por las noches. Esto ayuda a reducir el engrosamiento de la piel y apoya su renovación. En cuanto a la hidratación de la piel asegura que «es muy importante en la piel acnéica porque una buena hidratación con un producto adecuado consigue disminuir las rojeces, reducir los poros y aportar un efecto matificante».
Activos contra las huellas ocasionadas en la piel
Sara Vayreda, como experta en la materia, aconseja utilizar activos con propiedades antioxidantes y calmantes, para luchar contra el acné y prevenir que dejen marcas en nuestra piel, que ocasiones pueden permanecer durante toda la vida. Es adecuado utilizar productos que contengan los siguientes elementos:
Té verde: Es un producto rico en polifelones. Ayuda a proteger y estimular el metabolismo de la piel gracias a sus efectos antinflamatorios y antioxidantes.
Hamamelis: Es un elemento que favorece la reparación y alivia las irritaciones cutáneas. Es famosa por sus propiedades astringentes y calmantes.
Ácido salicílico: Debido a sus propiedades, actúa como antinflamatorio y seborregulador. Además, provoca exfoliación cutánea favoreciendo la renovación celular y suavizando la piel.
Probióticos y prebióticos: Estimulan el crecimiento de la microbiota beneficiosa de la piel en detrimento de los patógenos. Por otra parte, reestablecen el equilibrio microbiano de la piel sana.
Vitamina B3 o niacina: Es una vitamina altamente beneficiosa para el cuidado de nuestra piel. Reduce la hiperpigmentación, mejora el tono, la textura y acelera la regeneración cutánea. Además, es un nutriente que facilita el proceso de hidratación de la piel.
Acné en adultos
Existen diferencias recalcables entre el acné juvenil y el acné en adultos. En etapa adulta, los granos o aparecen de forma más gruesa y son más propensos a dejar huella en la piel una vez que se eliminan. Por lo tanto, es adecuado seguir los consejos anteriormente descritos.
La principal causa del acné en adultos es que la grasa producida por las glándulas sebáceas (sebo) obstruyen los poros de la piel. Este hecho ocasiona el anidamiento y crecimiento de bacterias, las cuales provocarán la salida de los representativos granos del acné a causa de una infección generada en la piel.
Otra de los motivos más habituales es una alteración hormonal, tanto en hombres como mujeres. A los varones les suele ocurrir por un exceso de producción de andrógenos, mientras que en las mujeres aparece en los periodos de desequilibrio hormonal, habitual durante embarazos, menopausia o menstruación.
Por último, otro elemento fundamental en el desarrollo de acné en edad adulta es el estrés. Esto es debido a que el estrés incrementa la secreción de cortisol. Además, tratamientos de larga duración basados en cosméticos o medicamentos corticoesteroides también influyen en la aparición de granos.