El aceite de oliva es uno de los aceites vegetales más saludables que existen, es por esta razón que es tan común encontrarlo incluido en dietas o en recetas saludables, de hecho este pertenece a los llamados superalimentos, clasificación que se le da a todos aquellos alimentos que destacan por su alto valor nutricional y por los beneficios que tiene sobre la salud.
Aunque por lo general los aceites comestibles no son muy recomendados si se quiere cuidar la salud del sistema cardiovascular, con el aceite de oliva sucede todo lo contrario, pues existe una relación entre su consumo y el buen funcionamiento de la circulación y del corazón.
¿Por qué el AOVE es bueno para el corazón?
La FEC (Fundación Española del Corazón) señala que el consumo de aceite de oliva virgen extra o también conocido como AOVE, es un gran aliado para conservar la salud cardiovascular y para el buen funcionamiento del corazón, esto debido a que en sus propiedades se encuentra una buena cantidad de ácidos grasos y de antioxidantes, reduciendo el riesgo de desarrollar enfermedades como la arterioesclerosis y regulando la cantidad de LDL (colesterol malo).
El aceite de oliva también es rico en vitaminas y otros compuestos saludables como los polifenoles y los carotenos, quienes ejercen un efecto antioxidante que disminuyen las probabilidades de que se presenten enfermedades crónicas, como es el caso de los padecimientos cardiovasculares.
Otro de los efectos de los polifenoles es que contribuye con la reducción de inflamaciones, además de tener un efecto antitrombótico, lo que contribuye con la protección del corazón frente a la arterioesclerosis, que no es más que el endurecimiento y estrechamiento de las arterias, producido por la disminución de la elasticidad natural que sucede con el envejecimiento.
Es importante destacar que la arterioesclerosis puede ser el principio de una gran variedad de enfermedades cardiovasculares como el infarto al miocardio, la angina de pecho, la enfermedad vascular y la hipertensión.
El trabajo de los polifenoles es conservar la función endotelial que regula el flujo de la sangre mediante la aportación de grandes cantidades de óxido nítrico, reduciendo el estrés oxidativo y las probabilidades de presentar isquemia.
Por otro lado, el AOVE también representa una rica fuente de ácido oleico, el cual es un tipo de grasa monoinsaturada que también beneficia el buen estado de los vasos sanguíneos mediante la disminución del colesterol malo en la sangre y el aumento del colesterol bueno.
Otros beneficios del aceite de oliva virgen extra
Además de los beneficios para el sistema circulatorio y para el corazón, el AOVE también sirve para cuidar la salud de la piel, fortalecer el sistema inmunitario, ayuda a regular la glucosa de la sangre, reduce el riesgo de padecer enfermedades mentales y contribuye con la pérdida de peso, entre muchos más.
En resumen, el aceite de oliva virgen extra es una excelente alternativa para sustituir las grasas saturadas de nuestra dieta por grasas insaturadas y poder seguir gozando de un buen estado de salud.