El aceite de oliva sigue su escalada de subida de precio y el consumidor no deja de preguntarse cuándo llegará el final. Y es que desde hace unos meses, estamos sufriendo como este producto es cada vez más caro sin además, mostrar signos de que esta situación vaya a parar. Tanto es así, que ya muchas familias buscan alternativas a la hora de cocinar.
Y no es fácil. Pues el aceite de oliva es el ingrediente principal de la cocina en España. Esto significa, que no estamos hablando de un lujo sino de un producto básico que llena la cesta de la compra de cualquier familia en nuestro país. Un hecho, que agrava aún más la situación, pues es fundamental en la dieta de la que tanto hacemos gala.
El motivo por el que no es fácil buscar alternativas no es porque no existan, que las hay, sino porque el consumo del aceite de oliva va mucho más allá a un tema de costumbres. Bien es cierto, que estamos acostumbrados a él, pero si no queremos cambiarlo, es además gracias a su sabor y sus propiedades beneficiosas para la salud.
Es por esto, que sea tan desconcertante, que lo que hasta ahora conocíamos como ‘oro líquido’ por todas sus bondades, lo debamos de llamar ahora así por su precio. Y es que es tal la magnitud del asunto, que ya es difícil encontrar en los supermercados aceite de oliva por debajo de los 10 euros el litro del producto. Una auténtica barbaridad si lo comparamos con su costo hace tan solo un año.
¿POR QUÉ NO DEJA DE SUBIR EL ACEITE DE OLIVA?
Que el precio del aceite de oliva no deje de subir, preocupa y mucho. Los consumidores no entienden el motivo de por qué cada vez es más caro y sobre todo, de por qué esta crisis se está prolongando tanto en el tiempo. Pues si echamos la vista atrás, descubrimos que aunque la escalada de precios ha sido desorbitada en los últimos meses, esto es algo que se viene notando desde hace al menos un par de años. ¿El motivo? Exactamente el mismo que el que aportan ahora los expertos.
Las altas temperaturas es el motivo principal al que aluden los expertos para explicar por qué desde hace unos años, el aceite de oliva no deja encarecerse. Y es que temporada tras temporada, muchas cosechas se han visto reducidas debido a este cambio en la climatología mundial Por si esto fuera poco, este último año la sequía se ha sumado a este mal que ya veníamos arrastrando. Por este motivo, la última producción se redujo drásticamente dando como resultado la subida de precios de las últimas semanas.
¿CUÁNTA CULPA TIENE EL CONSUMIDOR?
Culpar al consumidor es algo totalmente fuera de lugar. Pues la raíz del encarecimiento del aceite de oliva, como hemos dicho, está en la falta de producción debido a las cosechas de aceituna perdidas por las altas temperaturas y la sequía. Si tenemos en cuenta que a menos producción debe cubrirse la misma demanda, los precios suben.
Pero claro, si se anuncia la falta de aceite de oliva y el encarecimiento alarmante del producto, la respuesta es que algunos consumidores compran compulsivamente para hacer acopio del producto. Si a la situación de menos oferta, le añadimos más demanda, el resultado es que sí, los consumidores también alentamos la subida de precio una vez comienza la escalada.
Es importante, en los momentos de alarma social mantener la calma porque en ocasiones, reaccionar de esta forma va en nuestro propio detrimento. Y es que muchos expertos aseguran, que pese a que se consigue menos producción, el abastecimiento entre cosechas está más que asegurado, por tanto, no es necesario hacer acopio de este producto.