La historia de Verónica Fernández es la de una madre joven, de 43 años, que ha superado la enfermedad por coronavirus tras estar ingresada varias días en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde el personal ha mantenido un trato «súper agradable».
Su suegra, de 75 años y con dependencia, luchó a la vez que ella contra el virus, pero no logró vencerlo. «No la llegaron a intubar», ha señalado en declaraciones a Europa Press esta paciente residente en Redondela que, si bien ha defendido que el personal «se desvive por la gente mayor, para que no les falte de nada», ha apuntado que a su familiar no llegaron a tratarla en la UCI.
En su relato, Verónica Fernández ha afirmado que el personal siempre contó con equipos de protección y ha considerado que el protocolo para preservar la seguridad de las personas que se sigue en este centro hospitalario es «una pasada». Ella se sintió segura en todo momento, recuerda, y pudo comunicarse con sus hijos de 9 y 6 años por videoconferencia.
Pero mientras ella luchaba contra su principio de neumonía, su suegra falleció en el mismo hospital. La mujer, de 75 años, era una persona «muy dependiente» a la que Verónica, con la ayuda de otra persona contratada en el hogar, cuidaba a diario en su casa. La tenía que llevar de la mano al cuarto de baño y la aseaba y cambiaba a diario, por lo que el contacto era muy estrecho.
«Dolor de cabeza horrible y fiebre»
«La primera en notar síntomas (propios del coronavirus) fui yo», ha manifestado a Europa Press. Fue en torno al sábado 21 de marzo, una semana después de que se decretase el estado de alarma, y lo primero que notó fue un «dolor de cabeza horrible» y «fiebre». En cuando a su suegra, percibió cambios, como que le costaba caminar.
El día 25, la madre de su marido fue ingresada y, dos días después, Verónica Fernández acabó yendo a urgencias, donde le hicieron la prueba para saber si tenía covid-19 y la dejaron internada por principio de neumonía. Verónica Fernández había llamado antes al teléfono de atención y le dijeron que «como era joven» y aunque sus síntomas «entraban dentro» de la clínica por coronavirus, tenía que esperar por la prueba.
«Y me dijeron que daba igual, aunque viviese con una persona dependiente», ha manifestado a Europa Press. De hecho, ha afirmado que su suegro, también de 75 años, está ahora aislado en la planta de abajo de su vivienda para evitar posibles contagios, pero pese a ser grupo de riesgo no le han hecho el test. «Ahora mismo estamos esperando y no se le hacen la prueba. Estamos cansados. Y no hay manera. No vienen», ha aseverado.
No la llamaron para hacerse las pruebas pese a los síntomas
Un día después del ingreso de su suegra, Verónica Fernández se puso «muy mal». Tenía «fiebre» y perdió «el conocimiento», así como también presentaba «tos». Llamó e informó de que su pariente estaba en el hospital con covid-19 y le dijeron que la dejaban en espera para hacerle la prueba: «no me llamaron». Finalmente, el sábado 28 se fue «directamente a urgencias» y tras hacerle las pruebas, la internaron en el hospital, donde permaneció cuatro días.
La semana anterior a tener los primeros síntomas, según el testimonio que trasladó a Europa Press, la empleada de hogar que trabajaba en su casa había notado malestar. «Le dieron algo, antibióticos, y estuvo en casa, pero a la semana (de haberle suministrado ese tratamiento) le dijeron que podía trabajar y no le hicieron la prueba», ha explicado.
«Límite de edad»
«Mi suegra era una persona muy dependiente, no la llegaron a intubar. En el Cunqueiro tienen un límite de edad, tienes que ser (el enfermo) autónomo. Y eso que tenía una familiar que trabaja dentro. Pero no hubo manera (de que la intubasen)», ha revelado al respecto de que, según dijo, a su suegra no la llegaron a llevar a la UCI por su situación de salud previa.
Además, se ha preguntado a quién hacen los test. «No se hacen las pruebas. No sabemos a quién se las hacen», ha avisado Verónica Fernández. A mi marido, que estuvo con mi suegra en urgencias antes de que la ingresasen, le dijeron «de buenas a primeras», tras el positivo de la señora mayor, que «fuese a trabajar, que podía». No obstante, añadió, el médico de cabecera le recomendó que se quedase en casa, donde también mantienen vigilancia a los dos menores.
«Emocionalmente yo estuve bien en el hospital, hacía videollamadas con los niños, aunque no es lo mismo que verlos. Con mi suegra lo di todo y más», ha manifestado esta paciente recuperada, para la que la enfermedad no fue «muy dura» con ella. «Yo no fumo, he saturado bien siempre y no necesité mascarilla», ha relatado Fernández, quien ha explicado que a ella le han tratado con medicamentos para la «malaria y lupus».
«Que la gente se quede en casa»
Verónica Fernández recomienda a la gente que «se quede en su casa» y considera que cada uno se conoce a sí mismo y «sabe cuando tiene que ir» a urgencias. Cuando ella acudió, dijo, eran las seis de la mañana «y no había nadie».
Además, propone que junten a todos los enfermos con sospecha de coronavirus en un único centro hospitalario, donde «hagan las radiografías a la gente» y en otro hospital, que estén las personas que no tienen nada. «¿Cuántos hospitales hay en Vigo?», se ha preguntado, para sugerir que dejen el resto para gente «sana» (sin coronavirus).
Ahora le toca recuperarse en su casa y le hacen seguimiento médico telemático. En su domicilio está «aislada» del resto de la familia y así tiene que permanecer 15 días, desde el pasado miércoles que recibió el alta. «Que la gente se quede en casa, que no salga, que no se exponga. Es súper contagioso, y los jóvenes, también caen», ha sentenciado.