La partición de una herencia es un trámite que por lo general, las personas prevén sencillo. Pues, ¿Qué es más allá del reparto de los bienes de una persona que ha fallecido? Este es al menos el concepto con el que muchas personas se enfrentan a este momento cuando pierden a un familiar. Sin embargo, no es tan fácil.
Y es que no se trata de ver qué hay y repartirlo entre los familiares. El reparto de una herencia conlleva una serie de trámites y protocolos de obligado cumplimiento que de no hacerse de forma correcta, podría incluso tener como consecuencia la pérdida de parte del caudal hereditario. Algo en lo que pocos herederos reparan.
Lo primero que debe tenerse claro es qué es una herencia. Pues esta no solo recoge los bienes que tuviese el fallecido. La herencia es, según recoge el Código Civil, el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que no se extinguen con la muerte de una persona. Esto significa que se heredan los bienes, pero también, por ejemplo, las deudas.
5 errores comunes en la gestión de una herencia
El momento de repartir una herencia es algo convulso por varias razones. En primer lugar, se da tras una situación traumática. Pues la pérdida de un familiar, siempre es un momento delicado. Además, son varios los trámites que por lo general, los herederos deben cumplir teniendo en cuenta los plazos. El desconocimiento de todo ello, conlleva que en ocasiones, se incurran en errores que nos pueden salir muy caros.
¿Cómo se reparte la herencia?
Precisamente el desconocimiento sobre cómo se reparte una herencia, puede conllevar problemas a la hora de gestionarla. Y es que antes de nada, debe contarse con dos factores importantes. En primer lugar establecer quienes son los herederos forzosos y después, conocer si existe o no testamento.
Los herederos forzosos, como su propio nombre indica, son aquellos a los que por ley les corresponde parte de la herencia. Por otra parte, si existe testamento, este determinará el destino de la masa hereditaria. Eso sí, en cualquier caso, deberá respetarse una parte llamada legítima para los herederos forzosos. En el caso de existir testamento, este determinará el destino del tercio de mejora y de libre disposición.
La importancia de contar con un profesional
Este es otro de los errores más comunes a la hora de gestionar una herencia y que más caro nos puede costar. Es legítimo no conocer cómo debe llevarse a cabo esta gestión. Por este motivo, es fundamental contar con un experto es sucesiones que guíe y resuelva parte del proceso antes de que sea demasiado tarde.
La pérdida de patrimonio: Una consecuencia nefasta
La pérdida de patrimonio es una de las consecuencias más graves que puede conllevar cometer errores en el reparto de una herencia. ¿Cómo? Por desconocimiento del proceso y en ocasiones, de conocer qué engloba la herencia. En este sentido, es importante tener en cuenta que una herencia no está compuesta solo por bienes sino también por deudas. Esto significa, que llegado el momento, el heredero deberá hacer frente a estas si las hubiere.
Cumplir en plazo con el pago de impuestos también es obligación de los herederos. En este sentido, deben tenerse en cuenta fundamentalmente dos. En primer lugar, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Este es obligatorio salvo que se rechace la herencia. Por otro lado, si existen bienes inmuebles, deberá hacerse frente al pago de la Plusvalía.
Finalmente, contemplar la existencia de donaciones es algo que nos puede librar de incurrir en otro error común. En este sentido, debe prestarse atención a si el fallecido hizo donaciones a algún heredero y si estas son colacionables o no. Si es colacionable, el bien donado deberá constar como parte de la masa hereditaria. En caso contrario, es decir, que conste que no es colacionable, no se deberá contar con la misma.