A pesar de que muchas veces las entradas al Libro Guinness de récords mundiales son realmente curiosas, algunas resaltan más que otras. Es cierto que la mayoría recogen hechos singulares o hazañas que requieren mucha habilidad. La de hoy es una de esas que requieren habilidad. Y paciencia, mucha paciencia. Para entrar en el Libro Guinness de récords mundiales, Eladio Rivero ha construido de forma artesanal más de 4100 sillas en miniatura. Todo empezó como una necesidad y se convirtió en su hobby durante años y años.
Eladio cuenta que empezó a reparar las sillas de su casa por la necesidad de tener un buen asiento donde sentarse. Cualquier silla que tenía algo roto era una excusa para practicar su entrada al Libro Guinness de récords mundiales sin él saberlo al principio. No era consciente de que iba a conseguir tal hazaña. No está al alcance de todo el mundo conseguir lo que él consiguió.
Una jubilación anticipada por problemas de salud hizo que Eladio quisiera buscar un hobby que, como ya hemos comentado, comenzó a practicar antes de que él siquiera sabía que lo iba a ser. Después de eso, toda la práctica se convirtió en algo fundamental para entrar en el Libro Guinness de récords mundiales.
Todo empezó sin pensar en el Libro Guinness
Es cierto que Eladio ha conseguido entrar en el Libro Guinness de récords mundiales por la puerta grande, a pesar de que su récord es sobre algo en miniatura. Pero este no era su objetivo desde el principio. Después de jubilarse de su trabajo en una churrería. de forma anticipada por problemas de salud, empezó a cultivar esta afición.
Tras unos años en los que no paró de hacer sus famosas sillas, un amigo le propuso la idea de presentarse al Libro Guinness para conseguir uno de sus récords. Entonces dice que se sintió emocionado por la propuesta. Por aquel entonces, tenía alrededor de 1600 sillas solamente, así que se propuso hacer más antes de hacer la propuesta.
Con demostración en directo incluida
El protagonista de la jornada del Libro Guinness tuvo que hacer una demostración en directo. Después de esto, los jueces pudieron asegurar que él era el autor de las más de 4100 sillas en miniatura. Además de esto, todas las sillas debían tener unas medidas exactas para poder considerarse parte de la entrada del Libro Guinness de récords mundiales.
Las medidas de las sillas no debían superar los 30 centímetros en altura y los 20 de ancho. Además de esto, todas debían ser funcionales, es decir, tener cuatro patas, respaldo y asiento. Los jueces rechazaron algunas de las sillas por no cumplir las medidas especificadas, pero eso no le quitó a Eladio la posibilidad de entrar en el Libro Guinness y hacer historia.