Si hablamos de las pensiones no contributivas, debemos de tener en cuenta que son prestaciones que pertenecen al Instituto de Mayores y Servicios Sociales, conocido como IMSERSO. Existen dos tipos de ayudas diferentes, las de invalidez, dedicadas a las personas con discapacidad que tienen entre 18 y 65 años, y las de jubilación, dirigida a las personas mayores de 65 años que no pueden acceder a las pensiones contributivas de jubilación.
Desde el IMSERSO señalan que la pensiones no contributivas son aquellas que «aseguran a todos los ciudadanos mayores de 65 años o con invalidez y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva».
Una vez que se nos aprueba y recibimos dichas ayudas, debemos de saber que estas ayudas pueden ser suspendidas o retiradas.
4 motivos por los que puedes perder la pensión no contributiva
A continuación vamos a ver cuatro motivos por los que se pueden ser suspendidas o retiradas las pensiones no contributivas del IMSERSO.
Superar limites
El primer motivo por el cual podemos perder la pensión no contributiva se produce cuando existe la posibilidad de superar los límites de ingresos establecidos por el gobierno para esta prestación. Y es que estos límites son esenciales para determinar la elegibilidad de los beneficiarios y están ajustados anualmente para reflejar cambios económicos y sociales.
Eso sí, debemos de saber que la complejidad radica en que estos límites varían según el tamaño y la composición de la unidad familiar. Esto significa que lo que puede considerarse un ingreso aceptable para una persona puede ser insuficiente para otra que comparta el hogar con familiares adicionales. La superación de estos límites, aunque sea mínima, pone en peligro la estabilidad de la pensión, creando una situación de vulnerabilidad financiera para aquellos que dependen de ella como su principal fuente de ingresos.
No presentar la declaración
En otras ocasiones ya hemos hablado de que las personas que reciben esta prestación deben de presentar una declaración de rentas anualmente antes del 31 de marzo. Esta declaración es fundamental para evaluar la situación financiera de los beneficiarios y garantizar que aquellos que realmente necesitan el apoyo económico lo reciban.
El incumplimiento de este requisito puede tener consecuencias devastadoras, ya que la suspensión inmediata de la pensión priva a los beneficiarios de los ingresos vitales que necesitan para cubrir sus necesidades básicas.
No comunicar cambios importantes
Además, se debe notificar a la Seguridad Social de cualquier cambio en las circunstancias personales del beneficiario. Aquí se incluyen elementos de cambios de estado civil, unidad de convivencia o residencia. En caso de que no se notifique estos cambios se puede aplicar una reducción en el monto de la pensión.
Peor aún, si se descubre que se recibieron pagos indebidos debido a la falta de notificación, los beneficiarios pueden enfrentar obligaciones de devolver la ayuda que ha estado recibiendo.
Mentir
Cuando hablamos de mentir, nos referimos a irregularidades que pueden incluir desde proporcionar información falsa en la solicitud de la pensión hasta recibir pagos indebidos deliberadamente. Las consecuencias de tales acciones pueden ser graves, incluida la suspensión temporal o la revocación permanente de beneficios y la obligación de reembolsar pagos indebidos. Esto no sólo afecta la estabilidad financiera de los beneficiarios, sino que también socava la confianza en todo el sistema de seguridad social.
Aunque el Seguro Social garantiza que no habrá suspensión definitiva bajo ningún concepto, y los beneficiarios podrán retirar los beneficios una vez que vuelvan a cumplir con los requisitos, persiste la incertidumbre y la preocupación para quienes dependen de estas pensiones para sobrevivir.
Se deben tomar medidas inmediatas para abordar estos problemas y garantizar la seguridad financiera de los más vulnerables de nuestra sociedad. La transparencia y la comunicación clara por parte de las autoridades son vitales para brindar certidumbre y tranquilidad a quienes dependen de estas pensiones no contributivas.