Con el paso del tiempo, nuestra capacidad de atención va disminuyendo por la cantidad de responsabilidades y retos profesionales y personales a los que nos enfrentamos día a día. Por eso es conveniente cuidar este concepto que muchos pasan por alto, porque de él dependen muchas cosas. Y en la concentración mental o memoria va a influir mucho la salud del cerebro.
Y es que la falta de atención en nuestro día a día se traduce afectando al normal desarrollo de las actividades que realizamos cada día. Falta una buena capacidad de concentración con la que podemos ser más efectivos a la hora de hacer cualquier cuestión.
Si nos concentramos mejor, recordamos mejor, así que la clave parcial está en la memoria. Tener una buena memoria nos permite retener todo lo vivido, dicho o recordado. Así que toma nota y sigue los consejos que viene a continuación.
Cuidar cuerpo y mente
Para saber concentrarnos mejor, hay que huir de aquellas cosas que nos distraen de forma innecesaria cada día, y sobre todo hay que lograr la focalización de la tarea en un tiempo determinado.
Si bien es ampliamente conocido que hay pequeños ejercicios o dinámicas que podemos llevar a cabo para que nuestro nivel de concentración sea incluso mayor. ¿Quieres saber cuáles son? Aquí te los dejamos:
- El descanso es primordial para que logremos tener todas las horas de recuperación que necesita tanto nuestro cuerpo como nuestra mente. Cargamos pilas cuando dormimos y el cuerpo actúa naturalmente para retearse.
- Usar bolígrafo y papel. Al escribir a mano, el cerebro capta mejor toda concentración y recuerda mejor las cosas porque todo lo que apuntas requiere un esfuerzo ligero físicamente pero mentalmente es fácil de almacenar.
- Otra estrategia a seguir es la posibilidad de modular nuestro estrés. Aunque sea un tópico, debemos tratar de llevar un estado mental activo en el que no nos relajemos en demasía.
- Jugar al ajedrez es otra de las actividades que nos exige estar constantemente concentrados, por lo que podremos mejorar nuestras intenciones si practicamos de forma diaria y echamos algunas partidas que ayuden igualmente a la memoria.
Otras actividades para concentrarse
Hay muchas más estrategias fáciles de realizar para conseguir mayores niveles de concentración, como es escuchar música, algo que desarrolla nuestra actividad cerebral y cognitiva hasta límites insospechados.
La alimentación sana, aunque parezca que no, colabora igualmente a que tengamos la atención puesta en las cosas que verdaderamente deben requerir esa importancia, porque si comemos demasiado podemos tener indigestión o sueño.
Eliminar toda distracción, como señalábamos antes, es esencial en la tarea de conseguir mayor concentración en nuestras actividades. Debemos poner el foco en disolver esas situaciones que nos hacen perder el tiempo y eliminarlas de nuestra agenda.
Otra actividad curiosa puede ser dibujar mientras estás en una clase o en una conferencia, algo que también estimula y potencia nuestra actividad cerebral. Planificar la rutina se abre como otra alternativa, y por último, caminar. El mero hecho de andar logra que estemos atentos a lo que vamos viendo.