María Vasilie es una joven de 25 años que nació sin manos, aunque esto no le impide desenvolverse con soltura. María nació en Rumania, pero decidió mudarse hace cuatro años a San Sebastián, donde estudia un ciclo formativo de gestión administrativa en Zubiri Manteo.
Un día, sus profesoras, al ver en televisión como realizaban prótesis con una impresora 3D , decidieron ponerse en contacto con el Centro Integrado de Formación Profesional Don Bosco, en Errenteria.
El objetivo era conseguir “unas manos para María”, y así lo cuentan en A vivir que son dos días Euskadi, el director del centro Carlos Lizarbe.
Los alumnos decidieron reunirse con María para que la elaboración de sus nuevas manos fuesen su Proyecto de Fin de Grado, para lo que contarían con el apoyo de Tknika y Easo Politeknikoa.
«El primer paso fue hablar con ella y ver qué podía y qué no podía hacer», cuenta a la Cadena Ser Aritz Pérez, uno de los alumnos implicados en el proyecto.
Fue entonces cuando decidieron escanear los muñones de María para imprimir las prótesis , tal y como explica Mikel Atxega, profesor de Miguel Altuna de Bergara y colaborador en proyectos de Tknika.
Las manos están casi listas, solo queda por acabar los accesorios o enganches que llevará la prótesis dependiendo del momento y las necesidades de María. Esto tendrá un efecto muy positivo en la vida de la joven, ya que tendrá mayor autonomía, lo que provocará la consecución de su objetivo: independizarse.