Detectar la enfermedad a tiempo es lo que los médicos que trataron a Linda Munkley, una mujer de 65 años de Bargoed, al sur de Gales, con cáncer de mama resaltaron como el paso fundamental para aplicar un tratamiento eficaz que ayudara a combatir la enfermedad.
En el caso de Linda, esta detección precoz de la misma se produjo cuando sus dos perras, dos pastores alemanes, comenzaron a golpearle en el pecho con su cabeza. Este extraño comportamiento alertó a su dueña de que algo estaba sucediendo.
Ocho semanas pasaron desde que las perras comenzaran a olisquear compulsivamente la zona y a golpearla hasta que Linda se notó un bulto. Fue entonces cuando decidió acudirá una revisión médica y, tras varias pruebas, detectaron el cáncer de mama.
«Comencé la quimioterapia y durante todo ese tiempo mis perras continuaron con su comportamiento hasta después de mi tercera sesión de quimioterapia, cuando ambas se detuvieron por completo de repente», dijo al diario Mirror.
Actualmente, Linda se someta a quimioterapia cada tres semanas para ayudar a prevenir una recaída y pronto espera recibir el alta médica.
«Ninguna palabra puede describir lo agradecida que estoy con las dos; lo que han hecho es asombroso y realmente me han salvado la vida. Esto demuestra que los perros son realmente increíbles», concluyó.