Tres pueblos de Alicante que merecen la pena aunque no tengan playa

Alicante tiene muchas más alternativas que ofrecer alejadas de las olas del mar

Tres pueblos de Alicante que merecen la pena aunque no tengan playa

Tres pueblos de Alicante bonitos sin playa

La provincia de Alicante va mucho más allá de sus populares playas, muy concurridas en temporada estival. De hecho, el levante alicantino es una de las zonas más montañosas de España, con la Sierra de Aitana y sus 1.557 metros sobre el nivel del mar como máximo exponente. De esta manera, siempre se antoja como buena opción dejar de lado la playa y hacer una ruta por algunos pueblos de interior para conocer sus calles, historia y tradiciones, además de la gastronomía tan característica que presentan estos lugares.

Es cierto que el mar siempre da sensación de majestuosidad e inmensidad, pero Alicante tiene muchas más alternativas que ofrecer a los visitantes. En coche, a poca distancia de la capital, se pueden conocer varios pueblos con encanto y disfrutar de una estancia maravillosa, disfrutando de la provincia de otra manera totalmente complementaria y alejada de los grandes focos mediáticos. Por ello, el turismo se reparte ente los principales municipios costeros en verano y los pueblos de interior a lo largo del año, que merecen la pena conocer.

Tres pueblos de Alicante ideales para conocer sin playa

La playa es un paraíso. Y en España tenemos algunas de las mejores del mundo a lo largo de la península. Pero también somos un país absolutamente maravilloso y que esconde verdaderos tesoros en pueblos de interior, alejados del ruido de las olas y de la sal de mar. De esta manera, vamos a conocer tres pueblos de la provincia de Alicante que, a pesar de contar con playa, merecen la pena conocer.

Se trata del municipio más alto de Alicante, ubicado dentro de la comarca de la Hoya de Alcoy. Tiene un precioso entorno natural que invita a realizar recorridos para conocer mejor la riqueza paisajística de la zona. Como su propio nombre indica pertenece al parque natural de la Sierra de Mariola, rico en hierbas aromáticas y medicinales, y con muchas fuentes. El perfil de esta villa lo moldea un imponente Castillo que hace que pasear por Bañeres sea una visita única.

​Siempre es una gran idea asomarte a la Villa de Petrer, ya que posee un casco antiguo de aires medievales en el que destaca su fantástico castillo, construido entre los siglos XII y XV pero también merecen una visita la Iglesia de San Bartolomé o las Ermitas de San Bonifacio y del Santísimo Cristo del Monte Calvario. No muchos lo saben, pero en la propia muralla del castillo hay construidas casas-cueva, que han sido restauradas para poder mostrar cómo eran y cómo se vivía en su interior.

Es, sin duda, una de las joyas que aún está por descubrir en la provincia de Alicante. El casco antiguo, caracterizado por sus casas colgadas, simulando las de Cuenca, y sus estrechas calles, se levanta sobre los cimientos de un antiguo castillo musulmán. Uno de los mejores secretos es el mirador que permite contemplar unas vistas extraordinarias de toda la comarca, así como del Mediterráneo. Además, todo el pueblo está dividido y ordenado con números y explicaciones que te amenizan e invitan a descubrir todos los rincones del pueblo.

Salir de la versión móvil