La celebración del próximo festival de Eurovisión está siendo de las más polémicas de los últimos años. Desde que la edición pasada ganara un representante de Israel, las quejas de los seguidores comenzaron a hacerse latentes, ya que entendían esto como un intento de lavar la imagen del país.
En los últimos días, Miki, ex concursante de la última edición de Operación Triunfo y que representará a España con “La venda”, recibió críticas por parte de un colectivo que está en contra de la participación de España por el conflicto Israel-Palestina.
A esto, se le suma la queja del doctor Salvador Martínez, director del proyecto de investigación sobre la ELA del Instituto de Neurociencias, que está pendiente de ser financiado por el Instituto de Salud Carlos III.
Hace un año, enfermos de ELA presentaron 627.000 firmas en el Congreso de los Diputados para que financien un ensayo pionero para evitar el deterioro muscular asociado a esta enfermedad.
Es aquí donde comienzan las quejas y comparaciones con Eurovisión. Según el doctor Martínez: “El coste de la fase 2 de esta investigación tiene un coste de 492.000 euros y se podría llevar a cabo el seguimiento de 100 pacientes y una serie de pruebas asociadas durante tres años, justo el mismo presupuesto que se destina a Eurovisión”.
“El tratamiento ya ha dado frutos positivos sobre un músculo concreto en una veintena de pacientes” asegura el doctor a Cadena Ser, y tiene como objetivo que “se puedan aplicar terapias masivas y de esta forma, se conseguiría mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
Desde el Instituto de Neurociencias están a la espera del recurso presentado ante el Instituto de Salud Carlos III que decidió no financiar esta segunda fase.
Una resolución que se aprecia como elemental para continuar con la investigación, ya que el doctor Martínez duda de que esta investigación, que se lleva a cabo con las propias células de los pacientes, “pueda conseguir financiación privada, aunque su coste no sea excesivamente elevado”.