Menos de un mes queda para que comiencen los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020. Una edición especial que llega un año más tarde, debido a la pandemia del Covid-19. Entre los representantes de España se encuentra Israel Rider.
Él es uno de los pioneros del ‘handbike’ de competición en España. En el año 2014 participó en el primer campeonato estatal de esta modalidad de ciclismo adaptado y ya entonces subió a podio. Ahora, siete años después, estará en los Juegos Paralímpicos de Tokyo.
Israel Rider ha sido campeón de España individual y, hasta en cinco ocasiones, de relevos por equipos con la selección catalana. Llega a la cita olímpica justo después de firmar el pasado mes de junio su mejor participación individual en un Mundial, un octavo puesto.
Junto al viladecanense Sergio Garrote y el tarraconense Luis Miguel Marquina, Israel Rider conforma uno de los equipos de relevos seriamente candidatos a colgarse una medalla en Tokio. Juntos, los tres ciclistas han estado siempre en el podio en sus competiciones internacionales.
¿Cuándo compites por primera vez con la ‘handbike’ pensabas algún día en hacerlo en una cita olímpica?
Imposible pensar entonces en algo así. Yo sólo buscaba hacer actividad física, ya que competía en billar, pero quería practicar alguna actividad aeróbica y no me gustaba la idea de ir simplemente al gimnasio. Conocí gente que tenía estas bicis y me compré una, pero como somos tan competitivos comenzaron a hacer carreras y rápido nos cogió el gusano de la competición.
¿Y cuándo ves que competir en los Juegos Paralímpicos es posible?
Pues hasta que se ha hecho pública la convocatoria este mes de julio no sabía si iría. Pero es cierto que hace cuatro años se montó un equipo de relevos a la selección española para competir a nivel internacional a la élite.
Aunque año tras año cada vez nos encontramos con rivales más fuertes, siempre hemos estado en el podio en todas las pruebas. Y es un gran orgullo y, a la vez, un reto para cada competición.
¿Notas más responsabilidad o presión por ser una cita olímpica?
Estoy con muchos ganas desde que me dijeron, pero la presión es siempre la misma en toda competición internacional porque es un sacrificio competir a tan alto nivel y detrás hay muchísimo trabajo de entrenamiento.
Al igual que siempre sólo pienso en trabajar para llegar al 100% y dar el máximo. A mediados de junio llegábamos del Mundial y hay que volver a ponerse en el pico de forma para finales de agosto.
Sí es cierto que a nivel individual vengo ser octavo en el Mundial y en Tokio no hay tantos competidores clasificados en mi categoría y me gustaría poder estar en la lucha por las medallas. Pero esto se verá durante la carrera. Antes no lo quiero pensar.
¿El Covid-19 hace más complicado la preparación?
Estaremos un par de semanas en una burbuja entrenando en Mallorca antes de marchar a Tokio. Somos conscientes de la oportunidad y yo ya evito al máximo el contacto con la gente y me centro mucho a entrenar y descansar en casa.
También hay que decir que es lo que menos me cuesta, porque soy muy casero y los viajes y estar fuera de que no me gustan mucho. Pero para competir a este nivel asumes que parte del sacrificio es ir viajando por el mundo.