El mijo es una de las semillas más antiguas del mundo, las cuales incluso han sido mencionadas en la Biblia como el ingrediente de un pan sin fermento.
Además, los científicos clasifican al mijo como una gramínea cuyo nombre científico es Panicum miliaceum.
Muchos consideran que integrar las semillas a la dieta diaria no es necesario, quizás subestimando el alimento por su pequeño tamaño.
No obstante, estos minúsculos alimentos son fuente indiscutible de vitaminas y minerales que complementan las alimentación; permitiendo que el organismo lleve a cabo sus funciones.
Además por si te quedan dudas, el mijo es una bendición que nació en África y con el paso de los años ha sido ampliamente recomendado por los nutricionistas; así que no te quedes fuera del selecto grupo que aprovecha lo que la naturaleza ofrece sin la necesidad de gastar mucho dinero.
Propiedades de la semilla
El mijo nació en África, territorio en el que continúa siendo un integrante infaltable de la dieta.
Asimismo, es muy común actualmente en las mesas de India, China, Europa del Este y demás países desarrollados.
Además, en la actualidad estas semillas no solo forman parte de na gastronomía, sino de la producción de bebidas alcohólicas y productos que son dirigidos al sector agropecuario.
Por otra parte, es ampliamente recomendado para las personas que sufren de intolerancia al gluten, ya que las semillas de mijo no contienen este tipo de azúcar.
Respecto a su composición nutricional, es de los alimentos más ricos en hierro y magnesio.
En caso de debilidad muscular o física recurra a estas semillas.
Por consiguiente, es muy bueno para tener energía durante el día, puesto que con 60 gramos ganas 40 gramos de hidratos de carbonos.
De igual forma provee de una cantidad aceptable de proteínas, así como de pocas grasas, es decir, es perfecto para tu dieta para perder peso.
Las vitaminas E, B2, B1 y B9 están presentes en este alimento, por lo que se recomienda que esté en la dieta de las embarazadas; a fin de garantizar el correcto desarrollo del bebé.
Durante el proceso de lactancia sigue siendo provechoso su consumo, en parte porque ayuda al metabolismo energético a funcionar perfectamente.
El sistema nervioso y la producción de glóbulos rojos son favorecidos con este alimento.
Cabe destacar que también aporta otros minerales como el manganeso, potasio, zinc y cobre.
Beneficios
Cura la debilidad
¿Sufres de debilidad? Entonces las semillas de mijo son la solución a tu problema, pues su composición recarga las baterías de tu organismo.
Recuerda que entre sus componentes nutricionales están el hierro y potasio, necesarios para evitar la anemia y otras afecciones.
Mejora la apariencia de la piel
Parte de los beneficios de estas semillas es que promueven la regeneración celular, por lo que el cabello, uñas y piel tendrán un aspecto espectacular.

Fortalece los músculos
Su contenido proteico favorece la formación de músculos en conjunto con el magnesio, mineral que resulta muy oportuno para los deportistas que necesitan tener un buen rendimiento en sus entrenamientos.
Igualmente favorece la rápida recuperación ante esfuerzos extenuantes.
Aparte sirve para favorecer la recuperación muscular y los calambres.
Combate el estrés
Las semillas de mijo también permiten que el estrés y la irratibilidad nerviosa se mantengan controladas.
Por otra parte, sirve para reducir la frecuencia y la cantidad de veces que los dolores de cabeza hacen de las suyas.
Asimismo funciona para lograr bajar de peso y controlar el mismo.
Cómo incorporar las semillas de mijo a la gastronomía
Las semillas de mijo son perfectas para sustituir el arroz o preparar los muesli de cereales para el desayuno.
Igualmente suele ser usado para la preparación de ciertas bebidas alcohólicas africanas.
Su sabor es muy sutil y combina con una amplia variedad de legumbres, vegetales y puede agregarse a postres de todo tipo.
Para los celíacos las semillas de mijos resultan ideales para elaborar pizzas y hamburguesas vegetales.