En el año 2020, el Gobierno de España aprobó la prestación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), como una ayuda económica de la Seguridad Social para personas y familias en situación de vulnerabilidad. El IMV garantiza una renta a los ciudadanos vulnerables o en riesgo de vulnerabilidad.
Desde la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital, la Seguridad Social ha incorporado diferentes medidas para perfeccionar la prestación y llegar a un mayor número de ciudadanos. Incluso, se ha aprobado una Ley sobre el Ingreso Mínimo Vital.
Las cuantías garantizadas del Ingreso Mínimo Vital se actualizan cada año por parte del Gobierno de España. En 2023, la renta garantizada para un beneficiario individual del IMV es de 6.784,44 euros al año, tras una revalorización del 15%.
Mejoras en el Ingreso Mínimo Vital
El Ingreso Mínimo Vital tiene como objetivo reducir el riesgo de pobreza entre la población. Además, también busca aumentar las posibilidades de reinserción social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad o en riesgo.
Si bien, esta prestación de la Seguridad Social se devenga en 12 pagos durante el año, que se corresponden con los doce meses de una anualidad. Es decir, no tienen cabida las pagas extraordinarias.
Una de las grandes mejoras introducidas por la Seguridad Social en el Ingreso Mínimo Vital desde su puesta en marcha, es la creación del Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI).
El complemento de ayuda a la infancia está dirigido a las personas beneficiarias del IMV que convivan con hijos menores de edad en la misma unidad de convivencia. Actualmente, 368.560 personas perciben el complemento de ayuda a la infancia.
La cuantía económica del complemento de ayuda a la infancia depende de la edad de los menores: 115 euros al mes por cada hijo entre 0 y 3 años; 80,5 euros al mes por cada hijo entre 3 y 6 años; y 57,5 euros por cada hijo entre 6 y 18 años de edad.
Incentivo al empleo de la Seguridad Social
En este año 2023, la Seguridad Social ha propiciado que entrase en vigor los incentivos al empleo para las personas beneficiarias del Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Desde la Seguridad Social recuerdan que «el IMV se configura como derecho subjetivo a una prestación económica, que forma parte de la acción protectora de la Seguridad Social, y garantiza un nivel mínimo de renta a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad económica. Persigue garantizar una mejora real de oportunidades de inclusión social y laboral de las personas beneficiarias».
Así, estos nuevos incentivos al empleo incorporan grandes beneficios para los perceptores del Ingreso Mínimo Vital. El objetivo es que el beneficiario del IMV que ingrese al mercado de trabajo o aumente el número de horas laborales, vea garantizada su renta disponible con una subida que va reduciéndose a medida que aumentan los rendimientos del trabajo.
En este sentido, los profesionales de la Seguridad Social matizan que «este mecanismo no es una prestación nueva e independiente del IMV; por tanto, los perceptores no tienen que solicitarla aparte, sino que se calcula de oficio. Se activa cuando se revisa el IMV, y sólo en el caso de que haya cambios en los ingresos del trabajo porque se haya encontrado un empleo o hayan mejorado las condiciones del que se tuviera».