Hoy en día, una mascarilla se ha convertido en un accesorio común. Y, seguramente has visto una lista en línea de todas las mascarillas- coloridas, con diseños e incluso florales-. Todo ello para ayudarte a luchar contra el Covid-19. Pero mientras que las mascarillas de tela cumplen con su deber, no son óptimas cuando llega el momento de aplastar un entrenamiento. Pero Reebok ha encontrado la solución.
La marca deportiva ha creado unas mascarillas que pueda soportar todo el sudor mientras deja que los pulmones respiren. Tristemente con la mayoría de las mascarillas, te quedas ahogado por el aire a la hora de hacer deporte.
Un cambio potencial en la funcionalidad de la mascarilla que favorece el rendimiento de los atletas. Todo ello ha sido adoptado por el equipo de diseño de Reebok. El desafío: explorar los diseños potenciales de una mascarilla que pueda manejar el sudor y el flujo de aire, pero que funcione como ninguna otra puede hacerlo. Estos diseñadores buscaron todo tipo de vías para tomar un problema para los atletas e imaginar soluciones.
Los diseñadores de Reebok crearon múltiples conceptos de mascarillas de fitness en aras de la innovación. Estas ideas son más que bienvenidas para aquellos que intentan navegar por un entrenamiento autodistanciado. Desde la incorporación de sensores hasta la tecnología de RV, los diseñadores adoptaron un enfoque decididamente futurista.
Máscara sensorial
Como la demanda de mascarillas ha aumentado, la diseñadora de Reebok, Elena Vivas quiso centrarse en una característica pertinente de la que carecen las mascarillas actuales: la capacidad de ver las expresiones o el movimiento de los labios.
Para los millones de personas que tienen algún grado de dificultad auditiva, la lectura de los labios es esencial. Por ello, Vivas quería remediar este problema.
«Somos seres sociales, y tenemos una necesidad constante de mostrar nuestras emociones así como de ver las de los demás. Esta máscara se diferenciaría de una máscara de algodón normal por ofrecer una ventana transparente, que permite ver las expresiones», decía la diseñadora.
Para aquellos que buscan una máscara para usar en el exterior para la actividad física, este concepto de máscara inteligente llevaría la innovación al siguiente nivel. Vivas señala con entusiasmo cómo la máscara beneficiaría a alguien como lo haría un reloj inteligente. «Como es una máscara inteligente, ¡ayuda mucho! Los sensores que se pegan invisiblemente bajo la máscara son capaces de rastrear la respiración, el ritmo cardíaco, la actividad, el control de la temperatura, el sueño y los niveles de estrés».
Además, se puede introducir en la lavadora y en la secadora sin problemas. La devoción de Vivas por mejorar la experiencia del usuario proviene de la inspiración de la estética de Pump Fury de Reebok, un zapato que es un verdadero indicador dónde la función se encuentra con el estilo. Esto se revela en el plan maestro de esta mascarilla.
«El tipo de tecnología que escojas será una declaración de estilo de vida tanto como la ropa que uses. Por eso la mascarilla incorpora la estética de Pump Fury. También añadí algunos elementos reflectantes para que cualquiera que haga ejercicio pueda ser visto de noche», sentencia.
Mascarilla de simbiosis
Como un beneficio inesperado en esta extraña época, la gente ha tenido más oportunidades (y tiempo) para conectarse más con la naturaleza. Por ello, la diseñadora Kleina se inspiró en la idea de la sostenibilidad y la necesidad de los humanos de conectarse con el exterior.
«Esta mascarilla está diseñada para su uso en un estilo de vida de rendimiento, ya que prevé utilizar un material natural y vivo (algas, bacterias, etc.) para purificar el oxígeno de forma natural. Los humanos proporcionan la humedad (a través de la humedad de la respiración y el sudor) por lo que el producto está viviendo directamente con el consumidor, de una manera sostenible. Esta máscara sería completamente reutilizable y una forma natural de purificar el oxígeno».
El concepto, inspirado en el ADN de la bomba de Reebok, podría utilizar un sistema de válvulas para regular la respirabilidad. «El consumidor podría adaptar la válvula del sistema Pump si necesita más o menos oxígeno».
Kleina añade la facilidad de uso que la mascarilla proporciona, diciendo: «No tendría el sistema de fijación real [que tiene una máscara de tela normal] para que la gente pueda usarla con gafas de sol u otros accesorios fácilmente».
Máscara de reemersión
Los equipos de diseño de Reebok se centran en una constante evolución de sus diseños. Por ello, la diseñadora Sophie Dubourdieu, inspirada por las películas de ciencia ficción, llevaba tiempo pensando en las mascarilla faciales, pero el mundo no estaba del todo preparado.
«Por desgracia, esta situación ha acelerado todo, y llevar una mascarilla será la nueva normalidad», reflexiona. «[Pero] la creatividad y la innovación siempre han formado parte del ADN de Reebok. Por ello, creemos que debemos ir un paso por delante de nuestros competidores para desafiar las convenciones y dar rienda suelta a nuestro potencial creativo.»
El objetivo de Dubourdieu era tratar de tomar el inconveniente de usar un dispositivo de protección y convertirlo en algo positivo y útil para los atletas. Ella se apresura a señalar que este concepto propuesto está lejos de ser una mascarilla de algodón regular. Además de ser protectora, «la máscara podría utilizar muchas tecnologías como la del regulador el aire para mejorar el rendimiento de los atletas o mejorar la eficiencia de su entrenamiento». Toda una gama de sensores podría rastrear los signos vitales para entrenar de la manera más eficiente».
Con una multitud de conceptos ingeniosos como una «pantalla anti-vaho, ventilación, tecnología VR, cámara, video, audio (conectado con las ramas de la máscara), y la capacidad de ser controlado por los ojos o la voz, esta máscara sería la herramienta definitiva para mejorar su entrenamiento», dice Dubourdieu. «Este es sólo el comienzo de una cantidad infinita de aplicaciones que podrían desarrollarse en el futuro para ser usadas con esta futurista máscara que podría algún día convertirse en la nueva normalidad».