La accesibilidad es una cuestión que debe estar a la orden del día en todos los sitios. Nadie debe quedarse fuera de un establecimiento o recinto por el hecho de que no esté adaptado correctamente. Algo así está pasando en el cementerio de Almería, concretamente el de San José y Santa Adela, el cual no tiene un aseo adaptado para personas con movilidad reducida.
La lucha para que el cementerio cuente con el aseo adaptado está corriendo cuenta de Salvador Marcet, un ‘nieto coraje’ que lleva más de un año quejándose al Defensor del pueblo andaluz y nacional para que pongan un aseo accesible para todos en el recinto.
Esta guerra contra la administración comenzó el pasado noviembre de 2019, por el día de Todos los Santos. Salvador llevó a su abuela de 77 años al cementerio, la cual tiene problemas de circulación que le han generado una minusvalía del 60% y la necesidad de contar con una silla de ruedas.
Tal y como cuenta su nieto, después de un largo trayecto en autobús, su abuela pidió ir al aseo y se encontraron con la desagradable sorpresa que había una escalera sin barandillas ni rampa. Ante esta situación Salvador necesitó de la ayuda de cinco personas para poder ayudar a su abuela a entrar en el servicio.
Otras actuaciones «más urgentes»
Tras el suceso, Salvador registró un escrito en el Ayuntamiento explicando la situación y la respuesta que obtuvo de la empresa concesionaria fue que para el próximo año tenían otras actuaciones «más urgentes». Como era de esperar, la contestación provocó un malestar que empujo al joven a dirigirse al Defensor del Pueblo Andaluz, teniendo respuesta cinco cartas, en las que la Oficina apunta que, requerida información sobre los aseos al Ayuntamiento, la Defensoría no ha recibido respuesta.
Este pasado verano, el afectado tuvo una reunión con la concejal de Servicios Municipales, en la que se le trasladó que ya existía un aseo adaptado en el tanatorio, pese a que se encuentra uno muy alejado del otro. Además, tampoco ha recibido un escrito por parte del Defensor del Pueblo, desde donde se mantiene justo lo contrario. Debido al desconcierto de la situación, Salvador tan solo pide «una solución por el bien de todos», que no piensa dejar de luchar para hacer accesible el baño del cementerio de Almería.