La incapacidad permanente (IP) es una prestación económica, por parte de la Seguridad Social, que se concede a aquellas personas que, debido a una enfermedad o accidente, han quedado incapacitadas para realizar cualquier trabajo o actividad laboral de forma permanente (incapacidad permanente total, absoluta y Gran Invalidez) o parcial (incapacidad permanente parcial).
De esta manera, el Instituto Nacional de la Seguridad Social está legitimado para denegar la retribución económica demandada por una incapacidad permanente o parcial. Por tanto, no todas las solicitudes de incapacidad permanente son aprobadas.
Motivos para denegar la incapacidad permanente
En España, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) puede denegar una solicitud de incapacidad permanente por los siguientes motivos:
- No cumplir los requisitos generales: no estar dado de alta en el momento del accidente, no haber cotizado un mínimo de años o haber alcanzado la edad de jubilación son algunos de los hechos irrefutables ara tener acceso a la incapacidad permanente.
- No acreditar la gravedad de la enfermedad o lesión: la incapacidad permanente debe estar acreditada bajo el dictamen del Tribunal Médico. Además, el INSS puede considerar que la enfermedad o lesión no es lo suficientemente grave como para incapacitar al trabajador.
- No acreditar la incapacidad para trabajar: la Administración está capacitada para considerar que el trabajador, a pesar de su enfermedad o lesión, puede realizar algún tipo de trabajo residual, con menor exigencias físicas.
- Falta de pruebas médicas: el trabajador tiene la obligatoriedad de aportar la documentación médica necesaria para respaldar su solicitud. En caso contrario, la INSS podrá denegar la incapacidad permanente del demandante.
- Errores de valoración médica: en determinadas situaciones, pueden existir errores en la valoración médica realizada por el Tribunal Médico del INSS.
- No cumplir el tratamiento médico: El INSS podrá denegar la solicitud de incapacidad permanente si el trabajador no cumple el tratamiento médico prescrito. Así, este diagnóstico se antoja fundamental para recuperar la capacidad de trabajar.
- Fraude: el fraude puede implicar la falsificación de informes médicos, la simulación de una enfermedad o la realización de actividades incompatibles con la incapacidad. En este tipo de situaciones, el INSS denegará la solicitud de incapacidad permanente.
¿Cómo aportar mi solicitud para la IP?
Cualquier persona que sufra una enfermedad o accidente que limite notablemente su capacidad para desarrollar y desempeñar tareas laborales, estará en su derecho de solicitar la pensión por incapacidad permanente, tanto total como parcial. No obstante, no todos son casos de éxito. Por ello, para maximizar las posibilidades de éxito en la solicitud de la IP, es aconsejable seguir el siguiente patrón:
- El expediente médico del solicitante debe contener informes detallados y actualizados que certifiquen que las condiciones de salud afectan su capacidad laboral de manera permanente.
- La inconsistencia en la información presentada a la Seguridad Social y los informes médicos pueden ser un factor decisivo para la denegación.
- Contar con el asesoramiento de abogados especializados en incapacidad laboral.
- Preparar adecuadamente la evaluación médica del EVI (Equipo de Valoración de Incapacidades).