La manzana es esa fruta tan nutritiva que ofrece muchos beneficios, y a la vez tan accesible que normalmente debe ocupar un lugar privilegiado en nuestra dieta. Pero eso no siempre pasa, y debemos comprender esta pieza como una de las grandes joyas de la corona que siempre sopla en favor de nuestra flora intestinal, aunque no todo el mundo conozca la verdadera razón por la que es tan beneficiosa para nuestra microbiota.
Define la Wikipedia a la manzana como el fruto comestible de la especie Malus domestica, el manzano común. Y comenta que es una fruta pomácea de forma redonda y sabor muy dulce, dependiendo de la variedad que escojamos para cuidar de nuestra flora intestinal.
Como bien sabes a estas alturas, los manzanos se cultivan en todo el mundo y son las especies más utilizadas del género Malus, encontrándose fácilmente en tu supermercado de confianza.
Las grandes virtudes de la manzana la convierten en una de las frutas más vendidas de España, y al igual que hay naranjas y peras de diferente forma, la manzana también puede clasificarse por tipos.
Tipos de manzanas
La manzana todavía guarda muchos secretos que podemos descubrir. Por eso conviene saber cuáles son las que mejor le puede sentar a nuestro estómago.
Hay diferentes variedades de manzana, y muchas de ellas podemos encontrarla con ir a nuestra frutería de confianza, pero normalmente se dividen en su color entre rojas y verdes.
Normalmente, las manzanas rojas son las que tienen un sabor más dulce respecto a las otras. No tienen ningún tipo de azúcar añadido y siempre le conviene a nuestro organismo y a nuestra flora intestinal. ¿Quieres saber qué tipos hay?
- Royal Gala
- Fuji
- Pink Lady
- Red Delicious
Respecto a las verdes, suelen ser menos dulces que las rojas, provocando que su sabor sea algo más ácido. Y se les recomienda a quienes tengan un problema de glucosa. Los tipos más corrientes son la Reineta y la Granny Smith.
La fibra de la manzana, esencial para nuestra flora intestinal
Ahora bien, toca saber por qué la manzana es una de las frutas elegidas por multitud de personas con el objetivo de poder regular su flora intestinal.
Por un lado hay que comentar que contienen pectina, que se trata de un tipo de fibra soluble que sirve auténtico alimento para las bacterias buenas de tu flora intestinal, por eso se considera un alimento prebiótico.
Esa misma pectina colabora en eliminar el colesterol malo (LDL) a través de las heces, porque realiza un efecto depurador en nuestro intestino. Otra ventaja más para nuestro organismo.
Por último, cabe señalar en este punto que gran parte de la fibra se halla en la piel, por lo tanto debemos lavarla bien y no pelarla. Los dietistas nos recomiendan que sea, además, ecológica, a ser posible.