A lo largo y ancho del mundo existen muchas tradiciones típicas de cada lugar. Algunas tienen que ver con el entorno, otras con las propias personas que habitan esos lugares. En esta ocasión, en Tododisca os vamos a explicar una tradición arraigada entre los españoles, y es que desde hace mucho tiempo que se conservan los dos apellidos, uno por cada progenitor de la persona. Esta tradición no es, ni mucho menos, común en todas partes del mundo.
En más de una ocasión nos hemos quedado pensado en cuál era el segundo apellido de aquel muchacho inglés que conocimos cuando estábamos en la universidad para darnos cuenta de que por mucho que indagáramos en la memoria no dábamos con la tecla. Eso es porque para los españoles es difícil entender que la mayoría de gente solo tiene un apellido, que viene, de forma normal, por parte del padre.
Entonces, ¿por qué los españoles tenemos dos apellidos? Pues no es nada que haya empezado a ocurrir hace poco, ni mucho menos. Es cierto que para que se convirtiera en una norma oficial por ley tuvimos que esperar hasta el año 1871, momento cuando el Registro Civil empezó a tener relevancia y a registrar los dos apellidos de las personas. Pero no adelantamos acontecimientos, ya que esto empieza mucho antes.
Sin apellidos todo era un caos para los españoles
Antes de llegar a 1501, que fue cuando el cardenal Cisneros empezó a exigir un orden en lo que a los nombres se refiere, cada español podía tener apellidos muy dispares y conocerse incluso por el nombre de la ciudad de donde provenía. Esto lo único que hacía era crear un caos por todas partes en lo que a registro se refiere, de forma que el antes mencionado cardenal Cisneros decidió acabar con este desorden.
Para evitar confusiones en cuanto a personas se trataba, este cardenal obligó a registrar el nombre de toda persona nacida en territorio español junto al apellido de su progenitor. Nada más que eso. ¿Por qué? Resulta que antes de esta decisión, era muy común incluso ver registrados motes, por lo que el descontrol era absoluto y nadie sabía a ciencia cierta de quién estaban hablando cuando un nombre aparecía en un documento.
Dos apellidos, el paso necesario
Después de un tiempo, la gente se fue acostumbrando a este sistema de heredar de forma directa el apellido del progenitor hasta tal punto de que, para evitar malentendidos, se decidió añadir también el de la madre. De esta forma, todos los españoles tenían dos apellidos, uno por cada progenitor. Gracias a esto, se consiguió llegar a un punto en el que cada registro era prácticamente único. Por lo tanto, era difícil que dos personas coincidieran en cuanto a nombre y dos apellidos.
Para saber la razón principal por la que los dos apellidos se pusieron tenemos que echar un vistazo a las familias más pudientes del siglo XVI en adelante. Ninguna familia quería que se perdiera su linaje, por lo que se decidió tomar un apellido de cada una de ellas. De esta forma, en España se ha mantenido este sistema hasta hoy día.
Primero el apellido del padre, luego el de la madre
A día de hoy se conserva la tradición por parte de los españoles de conservar estos dos apellidos. Desde un principio siempre se ha elegido el del padre como primer apellido, quedando el de la madre relegado a un segundo lugar. Esto ha cambiado y desde hace unos años se puede elegir el orden con el que el bebé llevará los apellidos.
Si bien es cierto que España (y países de habla hispana) es el único país en el que actualmente se hace esta práctica, ya son muchos otros los países que están intentando incluir los dos apellidos en su cultura, como pueden ser Francia e Italia. Gracias a esta práctica, todo el sistema resulta mucho más fácil, cómodo y sin lugar a errores entre personas. O al menos se reduce en su mayoría.