Hay que tener en cuenta que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) no se vale de un listado de enfermedades o lesiones específicas que den lugar a una pensión de incapacidad permanente. Cada situación se estudia de manera personalizada.
Es decir, el INSS analiza la situación de cada trabajador de forma individual, por lo que cualquier enfermedad o lesión puede ser susceptible de finalizar en una pensión de incapacidad permanente.
Según indican los profesionales de ‘CampmanyAbogados‘, son numerosos los casos en los que se ha reconocido a un trabajador una incapacidad permanente por fatiga crónica.
«Debe acreditarse el seguimiento específico por un reumatólogo de, al menos, dos años. Y que el solicitante se ha sometido a tratamiento psíquico, físico, medicación y terapia conductual, pero que aun así sigue permaneciendo la fatiga, los déficits cognitivos y el dolor muscular», explica este grupo de profesionales.
Incapacidad permanente total por fatiga crónica
Los expertos en la materia aclaran que es muy importable que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o la Justicia concedan una incapacidad permanente por fatiga crónica en los grados parcial o Gran Invalidez.

Por su parte, si la fatiga crónica esta calificada en grado II o grado III, es posible que en profesiones de esfuerzo se conceda una pensión de incapacidad permanente total. Todo ello siguiendo los criterios básicos establecidos por la jurisprudencia.
En este sentido, es necesario aclarar que el grado II de fatiga crónica se concede cuando se trata de una fatiga constante, con oscilaciones pero sin mejoría. Esta situación de salud puede interferir tanto en el ámbito de trabajo como en las actividades cotidianas del día a día.
Si bien, un grado III de fatiga crónica no permite a la persona afectada desarrollar ningún tipo de profesión y las actividades básicas de la vida. Se entiende que limita su autonomía hasta en un 80%.
Por su parte, en algunas ocasiones puede concederse una pensión de incapacidad permanente absoluta por Síndrome de Fatiga Crónica, cuando la afección se sitúa en grado III o incluso IV. En este último grado hablamos de una patología extrema.
Tipos de incapacidad
Para estimar las posibilidades de obtención de una pensión de incapacidad por fatiga crónica, es apropiado tener conocimiento sobre los tipos de pensión de incapacidad permanente que existen en España. Así, las diferencian de forma general desde la Seguridad Social:
- Parcial para la profesión habitual: Ocasiona al trabajador una disminución no inferior al 33% en el rendimiento para dicha profesión.
- Total para la profesión habitual: Inhabilita al trabajador para su profesión habitual pero puede dedicarse a otra actividad laboral diferente que no entre en conflicto con la incapacidad reconocida.
- Absoluta para todo trabajo: Inhabilita al trabajador para toda profesión u oficio.
- Gran invalidez: Cuando el trabajador incapacitado permanente necesita la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida.
Además, existe un quinto tipo, que es la incapacidad permanente total cualificada. Se trata del grado total cuando la persona beneficiaria alcanza los 55 años de edad. En este caso, la base reguladora de la pensión pasa del 55% al 75%, siempre que el trabajador se encuentre inactivo laboralmente.