Los hijos son los principales herederos forzosos de una herencia. Si bien, un testador puede beneficiar a uno de sus hijos con respecto a otros gracias a la realización de testamento. Para ello, es necesario conocer las partes en las que se estructura un testamento.
El testamento es un documento oficial en el que un ciudadano puede dejar constancia de sus últimas voluntades y establecer el reparto de su herencia en función de sus deseos. Eso sí, siempre respetando las limitaciones marcadas por la legislación del Código Civil español.
Partes de un testamento
En la línea sucesoria que recoge el Código Civil español, los hijos son los primeros herederos forzosos. Por norma general, un testador no puede eliminar a su hijo de un testamento, salvo que se acredite algunas de las circunstancias que determina la legislación.
La realización del testamento y la herencia se divide en tres partes, conocidas como tercio de la legítima, tercio de mejora y tercio de libre disposición. Cada uno de estos tercios presenta unas características concretas.
En este sentido, vamos a suponer que una persona tiene tres hijos para explicar de manera más precisa en qué consiste cada uno de estos tercios del testamento:
- Tercio de la legítima: En esta parte de la herencia, cada hijo recibe lo mismo.
- Tercio de mejora: En este tercio también se distribuye la herencia a partes iguales entre cada uno de los herederos. Eso sí, en este tercio del testamento, el testador tiene la posibilidad de favorecer a un hijo con respecto a otro.
- Tercio de libre disposición: En esta parte del testamento, el testador puede nombrar como heredero a la persona que quiera, independientemente de que se trate de uno de sus herederos forzosos.
Los expertos, cada vez más, inciden en la importancia de hacer testamento en vida. Este documento ofrece importantes ventajas para el testador, así como beneficios para los potenciales herederos a la hora de acceder a la herencia.
Cómo beneficiar a un hijo
Como hemos podido destacar anteriormente, en el tercio de la legítima se reparte lo mismo para cada hijo. Sin embargo, el testador puede establecer una mejora específica de un hijo con respecto a otros a través del tercio de libre disposición.
Además, el testador también puede beneficiar adicionalmente a un hijo a través del tercio de libre disposición, tal y como marca la normativa del Código Civil español. Ante cualquier duda, siempre es recomendable consultar al notario que ayudará a otorgar nuestro testamento.
Con todo ello, es preciso conocer cuál es el orden de herederos que establece el Código Civil en caso de que un ciudadano no haya dejado testamento:
- Hijos y descendientes con respecto a sus padres y ascendientes.
- A falta de los primeros, serán los padres y ascendientes respecto a sus hijos y descendientes.
- La viuda o viudo de la persona fallecida.
- Hermanos y sobrinos.
- Parientes colaterales hasta cuarto grado de consanguinidad.
Ante la falta de todos los herederos anteriores, si una herencia no cuenta con testamento, puede acabar en manos del Estado. Este es otro de los motivos por el que resulta fundamental realizar un testamento.
Así, los abogados de ‘Legálitas’ argumentan que «un heredero forzoso es aquel a quien la ley reserva una porción de los bienes del testador llamada legítima, de la que el testador no puede disponer libremente, por ello también se les llama legitimarios».