El dilema de todos los veranos. ¿Se puede conducir con chanclas? La respuesta la tiene la Dirección General de Tráfico (DGT), que es consciente de que en verano las sandalias son los uno de los zapatos que más utiliza la gente. Los pies a la hora de conducir son muy importantes, ya que mandan sobre los pedales y la organización de tráfico es consciente de ello.
Desde la DGT siempre recuerdan que hay que utilizar un calzado cómodo a la hora de conducir, ya que existe una sanción si se considera que los zapatos que lleva el conductor no son óptimos para conducir. La multa puede ser de hasta 200 euros y 3 puntos menos en el carné de conducir. Todo ello porque estamos «obligados a mantener la propia libertad de movimientos». Pero, ¿puede ser seguro conducir en sandalias?
En este sentido, la DGT da por hecho que los conductores son precavidos y van a respetar la seguridad vial por encima de cualquier cosa. En este caso, espera que los conductores lleven un calzado óptimo que garantizarán una conducción segura tanto nuestra como de las personas que circulan a nuestro alrededor.
¿Se puede conducir un coche con sandalias?
La DGT dice que sí se puede conducir un coche con sandalias. Desde 2021 ya no es motivo de sanción el hecho de que cualquier conductor pueda llevar su coche con unas chanclas en los pies. Así lo explica la DGT: «No es sancionable salvo que afecte de alguna forma a la seguridad en la conducción, porque no permita controlar bien los pedales, por ejemplo».
Por lo tanto, el rumor que decía que por ley es sancionable conducir un coche con chanclas o sandalias es falso. Es posible, aunque debemos de recordar que se puede recibir una sanción si la persona está conduciendo con un calzado que no sea óptimo para la conducción.
Igualmente, no existe una ley que permita no conducir descalzo. Pero al igual que las sandalias, quedará todo en manos de los agentes de seguridad.
¿Cómo tiene que ser el calzado para conducir?
Desde el Real Automóvil Club de España (RAE) han informado de cuales son las características que deben de tener los calzados para poder conducir, ya que deben:
- Sujetar bien el pie y adaptarse al contorno sin dejar holguras.
- Ser flexible para no impedir la libertad de movimiento. Sólo así los pedales recibirán con mayor precisión las órdenes que les des a través de la planta del pie.
- Garantizar el agarre: el material de la suela no debe resbalar sobre el pedal. Cuanto más fina, mejor transmitirá la sensación de precisión sobre el pedal ante una situación de emergencia. Evita conducir con la suela del zapato mojada porque puede resbalar más.
- Ser cómodo, es decir, debe ser un calzado ligero para que los movimientos sean ágiles. Si lleva cordones, asegúrate de que están bien abrochados y son suficientemente cortos para evitar que se enganchen al pedal.
- Ser transpirable para evitar que el pie sude, sobre todo en verano. El calentamiento excesivo hará que el conductor conduzca más incómodo y esta situación le puede generar estrés y falta de concentración.
Por lo tanto la DGT te permitirá conducir en sandalias siempre que los agentes de seguridad consideren que es un calzado apto para conducir.