Una nueva investigación habla de la inteligencia de los mosquitos. Esos insectos, de la familia de culicidae, son capaces de distinguir sabores en la sangre que no siente el ser humano. Es por eso que algunas personas son más propensas a sufrir las picaduras de este insecto. Hay que recordar que los insectos que chupan sangre pueden transmitir enfermedades como la malaria, el dengue o la fiebre amarilla.
El estudio ha sido publicado en la revista Neuron. En dicha publicación se explica que los mosquitos sienten el sabor dulce y salado de la sangre humana. Incluso son capaces de diferenciar su intensidad, que varia de acuerdo al organismo. Este es el motivo por el que algunas personas son más propensas a sufrir picaduras de mosquito que otras.
Los insectos de la familia culicidae se alimentan de dos formas:
- Se alimentar del néctar.
- Se alimentan de la sangre. En este caso, usan su lengua, parecida a una jeringa, con la que perforan la piel.
Para llevar a cabo este estudio se ha tenido en cuenta a los mosquitos Aedes aegypti, de la familia culicidae. Con este tipo de insecto se pueden comprobar que el sabor de la sangre se integra en las cualidades gustativas y los subconjuntos de neuronas en la lengua del mosquito que tiene una alta sensibilidad a la glucosa.
Cambio de alimentación
Los investigadores tuvieron que modificar genéticamente a los mosquitos durante el experimento. Todo ello con el propósito de alimentar a los mosquitos con otras sustancias en lugar de sangre. Estas fueron glucosa, cloruro de sodio, bicarbonato de sodio y trifosfato de adenosina o ATP.
Con este cambio en la alimentación, los investigadores pudieron darle brillo fluorescente a los mosquitos. Esta modificación permite ver cuando se activaba una célula nerviosa en particular y su reacción a través de la iluminación al momento de probar diferentes alimentos.
El objetivo de la investigación era crear un medicamento para evitar que los mosquitos se alimenten de sangre. Todo ello para que los insectos no transmitan enfermedades como el dengue o la malaria; puesto que si los mosquitos no pudieran detectar el sabor de la sangre, en teoría, no podrían transmitir enfermedades.
Hay que recordar que los insectos que chupan sangre pueden transmitir enfermedades como la malaria, el dengue o el virus del Nilo. Es por ello, que con este tipo de enfermedades, los insectos son responsables de al menos 500.000 muertes al año. Solo las hembras se alimentan de sangre y la utilizan como sustento para el desarrollo de sus huevos.