Desde FAPOE han lanzado un comunicado en que señala que los ostomizados sevillanos «están hartos y cansados» de vivir una situación de discriminación. Y es que, otra vez más, han vuelvo a ver cómo todo el mundo puede disfrutar de las tradiciones más arraigadas de la ciudad, como la Feria de Abril o la Semana Santa, y ellos no.
A ellos también les gustaría poder acudir, pero sin aseos adaptados a su condición, resulta imposible. Según José Luis Rodríguez, presidente de ACCU Sevilla, perteneciente también a FAPOE, «es un problema que el ayuntamiento conoce. Más de una vez le hemos pedido a la alcaldía que en los eventos en los que se pongan aseos portátiles que se acuerde de nosotros, de los ostomizados. Sin embargo la realidad es que nos tiene totalmente olvidados”.
Y es que sin aseos adaptados, las personas ostomizadas no pueden normalizar sus vidas. Por tanto apenas salen de casa. Hay que tener en cuenta que en los aseos convencionales portátiles o no, los retretes están situados más o menos a la altura de las rodillas, y las personas ostomizadas (las que viven con una bolsa pegada al abdomen para evacuar deshechos corporales) vacían la bolsa a la altura de la cintura, con lo que para no salpicar porque sus heces son líquidas o semilíquidas, se ven obligados a arrodillarse delante de un váter o agacharse, algo que no todos pueden hacer y que deriva en lesiones de espalda y rodillas.
Además, «los baños portátiles por lo general son de dimensiones reducidas. Por lo que adoptar estas posturas es imposible. Ya no solo por eso, sino por una cuestión de higiene para todos, ostomizados y no ostomizados».
Un problema que afecta a 4.800 sevillanos
José Luis Rodríguez insiste en que «existen casetas que son baños, contenedores, en los que el que sanitario para ostomizados tiene cabida perfectamente. Pero no sabemos por qué extraña razón desde el ayuntamiento se nos ignora».
«Es un problema que nos afecta a 4.800 sevillanos, muchos jóvenes. Se podría entender si fuera algo cuyo coste fuera disparatado. Sin embargo, estamos hablando de que un aseo para personas ostomizadas, de los que venden las empresas que los comercializan, rondan los 2.000 euros. ¿De verdad el ayuntamiento no se lo puede permitir? Porque si no puede es que tenemos un problema grave en las arcas municipales», señala.
Tal y como asevera José Luis «las personas ostomizadas carecemos de esfínter en el estoma que es por donde evacuamos directamente a una bolsa pegada al abdomen. No podemos decidir en qué momento hacerlo, somos grifos abiertos y cuando la bolsa se llena hay que vaciarla. Y es que si no puede reventar o despegarse. Eso da lugar a una fuga nada agradable para nadie, ni para nosotros ni para quienes estén alrededor».
«Si tuviéramos baños adaptados no habría ningún problema. Si la bolsa se llena vas al aseo para ostomizados, la vacías y la enjuagas o bien la cambias, en función del tipo de bola que uses. Después continúas tu camino como cualquier otra persona, sin tener que irte corriendo a casa. Pero la realidad es que nos tenemos que ir corriendo y muchas veces nada más salir. De esta manera, al final la gente se queda encerrada. Es muy triste que te salven la vida con una bolsa al precio de vivir encerrado», informa.
Y es que no hay más que pararse a pensar en que si todo el mundo necesita baños, los ostomizados los necesitan más por no tener esfínter, y sus derechos al de acudir a un baño en condiciones higiénicas y de dignidad son los mismos que los del resto de población, pero sin embargo se les discrimina.