Los peligros de comprar sandía y melón ya cortados por la mitad

Las frutas cortadas están expuestas a contener una gran cantidad de microorganismos patógenos si no siguen algunas medidas higiénicos

FRUTA CORTADA

FRUTA CORTADA

Estamos en una época donde el consumo de fruta troceada es un producto muy demandado en los supermercados. Desde macedonia, coco troceado, etc, son muchos los puestos que venden estos productos en tarrinas y con tenedor, para que el consumidor no tenga que cortarla y consumir en el acto.

Pero entre las frutas estrellas que más se consumen en este formato, cortadas, encontramos la sandía y el melón. Estos cortes suelen venir a una cuarta parte de su tamaño e incluso su corte más popular, por la mitad. Esto, entro otros motivos, es por el bajo grupo de consumidores en el hogar, individual o parejas, o menor peso a la hora de cargar con el.

La fruta sin la piel, pierden protección

Los melones y las sandías es un producto refrescante y fácil de digerir, y por ello no faltan en las neveras de los españoles durante la época estival. Comprar solo la mitad de la fruta, a parte de reducir su peso, reducimos su protección.

El problema es que esta práctica puede entrañar riesgos para la salud del consumidor. Los motivos que llevan este riesgos se pueden resumir en dos:

“La venta de fruta pre cortada, envasada o no, está perfectamente contemplada en nuestra legislación”, apunta Juan Revenga, dietista nutricionista y biólogo. Por lo que no corre riesgo y se cumplen con todas las medidas según se recoge en la propia ley.

Hay que prestar más atención cuando la fruta no está envasada de forma hermética ni ha pasado por procesos de higienización industriales (ni está etiquetada, por ejemplo), afirma Revenga a LaVanguardia.

La fruta cortada debe conservarse en frío

La fruta cortada no puede conservarse fuera de la nevera por un simple motivo, que favorece el crecimiento de los microorganismos que previene la misma piel de la fruta como del mismo ambiente. Al Los patógenos pueden afectar la parte abierta tras una mala manipulación de las frutas, por no respetar las normas de higiene, por la contaminación cruzada o el haberse saltado la cadena de frío.

Siempre existirá la duda de no saber cuánto tiempo pueden llevar cortados ni por cuantos estados de temperatura han pasado hasta su compra. Las bacterias pueden llegar de la propia corteza de la fruta, de la persona que la manipula o de los utensilios que se utilizan.

¿Qué ocurre al ingerirla sucia?

Las frutas pueden tener microorganismos patógenos como la Salmonella, la Listeria o la Escherichia Coli en su superfície. Muchos de ellos provienen de las heces, cómo pueden ser los abonos naturales que se emplean en los campos y a los que están en contacto directo alimentos como la sandía y el melón.

¿Qué debo hacer antes de consumir fruta cortada?

Si no desinfectamos la fruta cortada, podemos ingerir las propias bacterias al interior de nuestro organismo.

Estas recomendaciones también deben aplicarse en aquellas frutas cortadas y envasada para su consumo directo y refrigerarlo si no lo vamos a consumir en el momento.

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