La ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) ha habilitado una guía en la que informa cómo acompañar a una persona ciega o con discapacidad visual ante determinadas situaciones. Se trata de un aspecto básico para brindar un apoyo adecuado.
Muchas personas, a lo largo de su vida, seguro que se han sentido con la responsabilidad de ayudar a una persona ciega a cruzar la carretera o a bajar por una escalera. Son actividades cotidianas del día a día a las que se enfrentan las personas ciegas o con discapacidad visual.
Las personas ciegas o con discapacidad visual suelen contar con elementos de apoyo, como un bastón o un perro guía. Sin embargo, la ayuda de una tercera persona para la realización de ciertas acciones nunca viene mal.
Cómo acompañar a una persona ciega o con discapacidad visual
Uno de los aspectos fundamentales es que siempre se debe preguntar antes de ofrecer la ayuda. Desde la ONCE explican que «el hecho de que una persona tenga una discapacidad visual no debe llevarnos a suponer que siempre nos necesita».

Por otro lado, se debe prestar únicamente la ayuda que solicite la persona. Es decir, cruzar la calle, subir una escalera o informar sobre un determinado tipo de cosas. Es recomendable no imponer una ayuda que no se ha solicitado.
A continuación, enumeramos algunos consejos que ofrecen desde la ONCE para acompañar a una persona ciega o con discapacidad visual:
- El acompañante debe situarse medio paso por delante, para que la persona ciega o con discapacidad visual pueda agarrarse del brazo. La indicación para que se sujete se puede realizar de manera verbal o mediante un contacto directo.
- Es recomendable que ambos estén lo más relajados posible.
- Tanto el guía como la persona con discapacidad visual deben llevar el brazo próximo al cuerpo para transmitir y recibir la información de manera adecuada.
- El paso de los dos debe ser coordinado.
- Mientras caminan, el guía puede ofrecer información sobre el ambiente o las características del camino.
- El guía debe situarse en el lado opuesto en el que la persona lleva el bastón de apoyo.
- La sujeción tendrá que ser lo suficientemente firme para mantener el contacto, pero evitando que resulte incómoda.
- El guía nunca debe coger el bastón de la persona ciega o con discapacidad visual.
Así, desde la ONCE argumentan que «en una relación habitual con personas con discapacidad visual es imprescindible establecer un código de señales corporales, apoyado en indicaciones verbales, que permita a la persona con discapacidad visual desplazarse con seguridad y comodidad».
Recomendaciones en función del tipo de ayuda
Según el tipo de ayuda que se brinda a la persona ciega o persona con discapacidad visual, es necesario seguir ciertas recomendaciones. No es lo mismo pasar por un lugar estrecho que subir o bajar una escalera.
👨🦯¿Sabrías cómo acompañar a una persona ciega o con discapacidad visual?
🙋 Ofrécele tu brazo para guiarle a un sitio
➡️ Colócate en el lado contrario al del bastón
🦯 NUNCA cojas el bastón
👣 Camina con normalidad, un poquito por delante👇 Más consejos pinchando el vídeo
— ONCE (@ONCE_oficial) September 2, 2025
En caso de pasar por un lugar estrecho, el guía debe colocarse por delante con su brazo hacia atrás. De este modo, la persona ciega o con discapacidad visual interpretará que van a pasar por un espacio en el que ambos no pueden pasar uno al lado del otro.
Una vez que pasen por la zona estrecha, volverán a la posición inicial. Igualmente, ante determinadas situaciones, es posible adaptarse a las necesidades de cada persona.
Si la ayuda se ofrece para subir o bajar una escalera, es importante tener en cuenta una serie de consideraciones. El guía siempre debe acercarse al borde de la escalera en posición perpendicular. Antes de iniciar la acción, se debe indicar a la persona ciega o con discapacidad visual si se trata de una subida o una bajada. Tras completar la acción, el guía tendrá que informar que los escalones han finalizado.
En definitiva, el apoyo de un guía puede servir de gran ayuda a las personas ciegas o con discapacidad visual para la realización de determinadas acciones. Sin embargo, es imprescindible que el acompañamiento se realice de manera adecuada, ya que de lo contrario puede ser contraproducente e incluso peligroso.






