El Párkinson es una enfermedad que se asocia con la Neurología. De hecho, los expertos la definen como un trastorno neurológico que es común en las personas de avanzada edad. El Párkinson se caracteriza por una extrema lentitud de los movimientos voluntarios, debilidad y rigidez muscular, además de temblor rítmico de algunas partes del cuerpo. Ahora, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han señalado que en los últimos 25 años se han duplicado los casos de Párkinson en el mundo.
A nivel mundial, 8,5 millones de personas tenían Párkinson en 2019. Así lo ha recogido las estadísticas publicadas por la OMS, informe ‘La enfermedad de Párkinson: un enfoque de salud pública’. Desde la OMS definen el Párkinson como una afección degenerativa del cerebro asociada con:
- Síntomas motores (movimiento lento, temblor, rigidez y desequilibrio al caminar)
- Amplia variedad de complicaciones no motoras (deterioro cognitivo, trastornos de salud mental, dolor y otras alteraciones sensoriales).
El Párkinson es una dolencia que afecta, solo en España, a unas 160.000 personas. Así lo recoge los últimos datos estadísticos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Asimismo, esta organización afirma que el número de afectados por Párkinson se irá triplicando en España hasta el año 2050, por lo que investigar los síntomas tempranos de la enfermedad puede ser clave para su prevención.
¿Cómo afecta el Párkinson en nuestra vida?
Los expertos señalan que hay varios aspectos que contribuyen a las limitaciones en el habla, la movilidad y, por lo tanto, a las restricciones en muchas áreas de la vida, como son:
- Deficiencias motoras, incluidos los movimientos involuntarios (disquinesias)
- Contracciones musculares involuntarias dolorosas (distonías)
La progresión de estos síntomas y complicaciones disminuye notablemente el funcionamiento y la calidad de vida. Esto da como resultado altas tasas de discapacidad y necesidades de atención, así como estrés y carga para los cuidadores.
En este sentido, la OMS avisa de que la discapacidad y la muerte a causa del Párkinson están aumentando «más rápido» que cualquier otro trastorno neurológico. De hecho, las estimaciones actuales sugieren que, en 2019, provocó 5,8 millones de años de vida ajustados por discapacidad. Esto es un aumento del 81 por ciento desde 2000, y causó 329.000 muertes. De esta forma, supone un incremento de más del cien por cien desde el año 2000.
Ahora bien, a pesar del impacto significativo de la enfermedad, la OMS ha lamentado la «desigualdad» que existe en la disponibilidad de recursos y servicios para brindar tratamiento y atención, especialmente en países de ingresos bajos y medianos (LMIC). Y es que, el Atlas de Neurología de la OMS (2017) proporciona estimaciones de 0,03 neurólogos por 100.000 habitantes en países de bajos ingresos y 4,75 por 100.000 habitantes en países de altos ingresos.
Por todo ello, el organismo de Naciones Unidas ha destacado la necesidad de impulsar políticas de salud global para implementar estrategias enfocadas en la enfermedad del Párkinson; mejorar la educación y concienciación para prevenir y reducir los riesgos de la patología; y asegurar el acceso al tratamiento y a la atención sanitaria.