Planificar el reparto de tu propia herencia no es un momento fácil por la posición en la que uno se tiene que colocar. Sin embargo, si lo pensamos fríamente, es lo mejor que podemos hacer. Es la única forma de poder dejar nuestra voluntad establecida y en esencia, se trata de un mero trámite que llevar a cabo. A cambio, te aseguras que las cosas quedarán según tu planificación, que dejarás protegido a quien decidas y sobre todo, que ayudarás a evitar que se produzcan conflictos familiares.
El mejor consejo que podemos darte si quieres dar el paso de dejar planificada tu herencia, es que acudas a un notario y otorgues testamento. No obstante, no se trata solo de realizar este acto, debes hacerlo de la mejor manera y evitar cometer errores. Y es que la práctica jurídica pone de manifiesto que son muchos los casos en los que se cometen una serie de errores cuyas consecuencias son que no se cumpla el objetivo deseado. Entonces, ¿Cuál es la mejor forma de planificar una herencia? Apunta, porque estos son los errores que no debes cometer:
Errores que no debes cometer a la hora de planificar tu herencia
Hacer testamento es fundamental si se quiere dejar organizado el reparto de la herencia. Sin embargo, no basta con eso. Este documento debe estar perfectamente redactado para que muestre la voluntad del testador. Para ello, otro consejo es acudir a un abogado experto en sucesiones para que transmita cuál es la mejor manera de dejar repartida la herencia en el testamento en base a la voluntad del testador, y a su circunstancias concretas.
En este sentido, un ejemplo muy común que suele repetirse, es el de la familia compuesta por dos progenitores e hijos. En este caso, es habitual que se cometa el error de establecer en el testamento que se instituya herederos a partes iguales a todos los hijos. Esto es un error, ¿El motivo? Son varios:
- En primer lugar, porque para esto no hace falta testamento. El Código Civil ya considera esta fórmula para las herencias sin testamento.
- Además, de esta forma no se evitan problemas familiares.
- En muchos casos, la consecuencia de este reparto es que se deja desprotegido al cónyuge que sobrevive.
- También debe tenerse en cuenta, que las relaciones paterno-filiales no son iguales con todos los hijos, por lo que se puede incurrir en una desigualdad.
- Al hilo de lo anterior, todos los hijos no tienen por qué tener la misma situación económica y por tanto, igual se debe considerar proteger a unos más que a otros.
Por tanto, lo habitual con este escenario de familia, es que en el testamento se establezca el legado del usufructo universal y vitalicio de toda la herencia al cónyuge. De esta forma, el cónyuge superviviente tendrá garantizado vivir en la vivienda familiar el resto de sus días. Circunstancia importantísima especialmente para las personas mayores. Además, de este modo se garantiza los ingresos procedentes del patrimonio del causante, puesto que su derecho será el de uso y disfrute mientras viva, lo que supondrá por ejemplo, que pueda proceder al arrendamiento de un bien y al cobro de sus rentas.
Los herederos no son todos iguales
Otro de los errores que marcábamos anteriormente que suele darse en el reparto de una herencia, es considerar a todos los hijos iguales. Y es que son pocas las veces que esto realmente es así. Pues lo habitual es tener más relación con unos que con otros, incluso puede pasar que la relación se deteriore con alguno con los años. Otro caso a tener en cuenta es la situación económica, que puede ser más precaria en unos casos que en otros. Para todos estos supuestos, el testamento es una buena herramienta de repartir la herencia de la forma más equitativa.
Por tanto, el mejor consejo en estos casos es que el testador obre según su criterio y voluntad real a la hora de mejorar a alguno o algunos de sus herederos. Y es que se tiene el pensamiento erróneo, de que actuar así va a conllevar más problemas entre los herederos o incluso que sus hijos, pueden terminar teniendo un mal concepto sobre él, y lo habitual es todo lo contrario, que así quede todo más claro.
Finalmente, otro de los consejos que puede hacer evitar grandes errores en el reparto de una herencia es que, en la medida de lo posible, se individualicen los bienes que se dejan a cada uno de los herederos. Pues adjudicar bienes compartidos entre varios herederos, también es una circunstancia que puede enfrentar a los herederos cuando el testador fallezca. Por tanto, cuanto más concreto y conciso es el reparto, menos problemas habrá.