Una niña de cinco años falleció en la tarde del lunes 20 de mayo en el Hospital Materno Infantil de Badajoz. La pequeña había sido trasladada de urgencias a este centro tras sufrir una parada cardiorrespiratoria e insuficiencia respiratoria en un parque de Mérida, cuando comía frutos secos.
Desde el Servicio Extremeño de Salud, según recoge El Mundo, «la insuficiencia respiratoria» se produjo «probablemente por la presencia de un cuerpo extraño en las vías respiratorias».
La menor se atragantó como consecuencia de ingerir granos de maíz, lo que provocó de forma accidental que se obstruyeran los pulmones y no dejaran entrar el aire.
En primera instancia, la pequeña fue trasladada al hospital de Mérida. Debido a la gravedad del caso, pasó a Badajoz, donde se encuentra el Hospital Materno Infantil.
El fallecimiento se ha conocido en la jornada del martes por la tarde. Eso ha causado una gran conmoción en Mérida y en concreto en el centro educativo donde estudiaba la menor, el colegio Trajano.
¿Por qué son peligrosos los frutos secos en los niños?
Que un niño pueda atragantarse mientras come es una preocupación común en muchos padres. En el caso concreto de los frutos secos, los pediatras recomiendan retrasar hasta los seis años su consumo para evitar el riesgo de asfixia.
«Yo recomiendo seguir el mismo criterio que con los juguetes con piezas pequeñas», recomienda el doctor José María Moreno, en El Mundo. «El fruto seco en sí no es malo, de hecho, los pueden consumir si están molidos. El problema es que se desprendan trozos suficientemente grandes como para obstruir las vías aéreas», señala este especialista.
«Antes de los tres años, los niños no mastican bien todavía y es posible que algunos trocitos pequeños de frutos secos pasen accidentalmente a los bronquios o a los pulmones», explica el doctor Jordi Pou, coordinador del comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Accidentales de la Asociación Española de Pediatría (AEPED).