Acabó, de la peor forma posible, la lucha del joven Pablo Casais contra el cáncer. A sus 18 años, Pablo ha sido un ejemplo de lucha hasta el final, convirtiéndose en un ejemplo de fortaleza para los enfermos de cáncer.
El pasado lunes 23 de diciembre se produjo la mala noticia tras dos años de lucha. Casais tenía un grave cáncer de huesos, conocido como sarcoma de Ewing.
El pasado mes de febrero afirmaba, al medio El Comercio que «hay que pensar en positivo» desde el Hospital Unversitario Central de Asturias (HUCA).
Pablo siempre intentaba lanzar un mensaje de optimismo a sus familiares y amigos, dando siempre las gracias por el apoyo recibido.
Igualmente el joven también se mostraba agradecido con la asociación Galbán, colectivo con el que tenía pensado empezar a colaborar en cuanto su salud se lo permitiera.
El martes 24 de diciembre sus padres, demás familiares y amigos, le despidieron en un funeral que se celebró en la iglesia de San José.