Decidir quemar la grasa que nos sobra es siempre un esfuerzo mayúsculo. La mayoría cree que para perder grasa debemos ir a un gimnasio y someternos a una dieta sana y equilibrada. Sin embargo, diversas investigaciones han demostrado que no hace falta pasar horas en la elíptica o en la cinta para conseguir nuestros objetivos.
Según está demostrado, unos pocos minutos de ejercicio breve e intenso pueden ser tan efectivos como una larga caminata. Estos ejercicios de intervalos de alta intensidad (HIIT) pueden ayudar a reducir en mucho menos tiempo la grasa acumulada que si decidimos hacer otro tipo de prácticas más suaves. En este sentido, cabe destacar que esta forma de perder grasa nos obligará a esforzarnos bastante, pero si estás dispuesto verás desaparecer los malditos michelines.
Estos ejercicios de alta intensidad requieren menos de media hora de práctica. Según explica Gretchen Reynolds, prestigiosa columnista de ‘The New York Times’ y autora del libro ‘The 20 Minutes’: «Esta práctica normalmente requiere unos segundos o minutos de esfuerzo extenuante seguidos de un período corto de descanso y repetir la secuencia varias veces».
Ejercicios de alta intensidad para quemar grasa
Este ejercicio físico ayuda a mejorar la condición aeróbica, reducir el nivel de azúcar en sangre o equilibrar la presión arterial. Sin embargo, siempre surge el debate para saber que es mejor: ejercicios de alta intensidad o ejercicios de resistencia como caminar o correr. En la mayoría de los estudios, que hasta la fecha no son demasiados, sin duda son más recomendados los ejercicios de alta intensidad.
De esta manera, un estudio realizado por investigadores de Brasil y Gran Bretaña pretenden despejar las dudas ante ante este tema. Los investigadores compararon la pérdida de grasa entre dos grupos: los que realizaron ejercicio moderado y los que hicieron ejercicio intenso. Los resultados evidenciaron una reducción significativa de su grasa corporal mucho mayor en las personas que realizaron los intervalos intensos.
En total, los primeros perdieron de media 1,58 kilos, mientras que los segundos solo descendieron su grasa en 0,58. «Es una diferencia mínima«, comenta Gretchen, «pero que a largo plazo puede significar mucho». Además, la conclusión del estudio es que «puede haber flexibilidad en la elección debido a la similitud de los resultados», según reconoció James Steele, profesor de la Universidad de Solent en Southampton, Inglaterra, y uno de los principales autores del estudio, a ‘The New York Times’.
En palabras del investigador, lo mejor es alternar ambos tipos de entrenamiento para que el resultado sea mucho más eficaz. La verdadera clave está en ponernos manos a la obra, hacer ejercicio y dejar de una vez la vida sedentaria para poder quemar grasa.