El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha reclamado llevar la dimensión inclusiva de la discapacidad a las políticas y estrategias de desarrollo rural sostenible, para que el casi millón y medio de personas con discapacidad que viven en el entorno rural en España tengan una vida digna y participativa en su medio de pertenencia.
Para el CERMI, resulta evidente que sin políticas de desarrollo rural inclusivo las personas con discapacidad que residen en la España no urbana se verán obligadas antes o después a abandonar su entorno de origen, lo que supone una negación de su derecho a vivir en la comunidad de su elección.
Las necesidades y demandas de las personas con discapacidad que habitan en zonas rurales no están en la agenda política general, a juicio del CERMI, ni siquiera en la agenda política de la discapacidad, que bascula indefectiblemente hacia los dictados de lo urbano, que monopoliza la atención política y hasta la asociativa.
El mundo asociativo de la discapacidad ha de tomar conciencia crítica y vívida de la realidad de las personas con discapacidad que residen en el medio rural y construir una agenda política de desarrollo rural inclusivo, que haga de este entorno un campo de innovación social permanente que desate espirales de oportunidades vitales y comunitarias para esta parte de la población con discapacidad.