La Fundación ASPACE Andalucía ha publicado en su página web una entrevista a Ángeles Blanco, delegada de Derechos Humanos y coordinadora de Incidencia de dicha fundación. El objetivo de la entrevista era poner sobre la mesas la situación de las personas con parálisis cerebral, como influye la discapacidad y la doble discriminación que sufre la mujer.
En este sentido, la profesional destaca que «no solemos hablar tanto de doble discriminación. Ya que eso supondría que hay un porcentaje de cada tipo de discriminación, y no es así. Hablamos más de la suma de ambos».
Además, asegura que se le podría añadir otras condiciones como:
- Clase social
- Orientación sexual
- Situación migrante
En 2019, un estudio de Confederación determinó que más del 93% de mujeres con parálisis cerebral considera que sufre discriminaciones en su vida cotidiana. «En la investigación podemos ver cómo el 76,4% de los encuestados había sufrido una situación de discriminación en su vida. Casi el 47% de ellos eran mujeres, frente al 29,5% hombres», asegura. Esto es lo mismo que decir que 3 de cada 4 personas sufren discriminación por su condición de discapacidad, pero además, 2 de estas 3 son mujeres.
La profesional destaca que «la cuestión está en que en general la situación de las personas con parálisis cerebral conlleva una pluridiscapacidad a la que se acompaña en el 80% de los casos a una situación de dependencia. Eso nos lleva a que hay una tercera persona que tiene que prestar apoyos las 24h al día los 7 días de la semana».
«Esa situación hace que las mujeres en general vivan una mayor sobreprotección ya que además de no encajar en los roles de género, la sociedad no las percibe con esa condición de mujer al no ejercer lo que se espera de ellas: al no tener un cuerpo normativo, al no tener ejercicio del cuidado, o no ser madres. Estos roles de manera general no van a ser desempeñados por las mujeres con parálisis cerebral y por tanto no son percibidas como mujeres», apostilla.
Dependencia económica del varón
Otro término interesante que ha dejado Ángela Blanco en su entrevista ha sido lo que se conoce como «dependencia económica del progenitor varón». Destaca que «en los casos más extremos, no en todos, pero sí que es verdad que en dos años hemos recibido 4 de violencia contra madres de personas con parálisis cerebral«.
«Esa violencia se complejiza mucho al ser dependientes económicamente. Y es que no sólo se compromete su bienestar económico sino también el de su hija o hijo. Ahí la madre decide, aun habiendo salido de esa situación de maltrato, volver para que a su hijo/a con parálisis cerebral no le falte de nada», sentencia.
En este sentido, nos lleva a muchas consecuencias. Por ejemplo, generalmente en los entornos de las familias «hay renuncias profesionales por parte de mujeres. Haciendo esto, no es solo una renuncia profesional lo que hacen las madres trabajadoras, sino también una renuncia social. Hipotecan su presente y su futuro, no vas a haber cotizado etc… Esto es algo que con la ley de dependencia estamos intentando cambiar».
Con respecto a la dependencia económica del varón, Angela sentencia que «no es que sea una situación generalizada, pero el control económico te ata de pies y manos. Desde ASPACE estamos consiguiendo contener a una mujer que no vuelva a esa situación de maltrato brindándole una buena red de apoyo».