El permanente auge del precio para el ejercicio de la compraventa de una vivienda hace muy difícil que la emancipación de los jóvenes se realice a través de la adquisición de un inmueble. Por ello, la inmensa mayoría de este colectivo se ve instado a vivir en régimen de alquiler, aunque el coste también se mantenga elevado, especialmente en las grandes ciudades de España. Ante esta tesitura, los inquilinos han de leer detenidamente cada contrato y revisar todas las cláusulas para evitar malentendidos mayores.
En este sentido, se ha de conocer el funcionamiento del alquiler y las normas y derechos como inquilino, así como los gastos y obligaciones económicas. Además de estos aspectos, hay otros datos que deben tener en cuenta al rentar una habitación en un piso compartido. Igualmente, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) pone de manifiesto la importancia de avisar al propietario de la vivienda en los casos en los que se plantee subarrendar el piso; en caso contrario, la normativa ampara la extinción inmediata del contrato.
Cinco aspectos importantes antes de firmar un contrato de alquiler
La emancipación es uno de los grandes objetivos de los jóvenes que, debido a los altos precios, cada vez retrasan más este momento. Por otro lado, los propietarios de viviendas también son más susceptibles a poner en régimen de alquiler sus casas ante las complicaciones legislativas y tributarias que deben hacer frente. En cualquier caso, tanto inquilino como casero deben conocer estos cinco trucos antes de estampar las respectivas firmas en el contrato de alquiler.
- Comprobar que la vivienda se pueda alquilar
Es uno de los requisitos más importantes. En ocasiones, cuando se trata de viviendas de protección que no están liberadas, existen limitaciones a su alquiler. Por tanto, en caso de no comprobar este extremo, existe la posibilidad de recibir una multa. Por ello, los expertos recomiendan acudir las escrituras de la vivienda para comprobar si existe alguna limitación a la hora de alquilar el inmueble.
- Pago de suministros
Los expertos de Finaer explican que una vez alquilada la vivienda, propietario e inquilino deben decidir quién será el titular de los suministros. En caso de que el propietario decida mantener la titularidad, debe mantener a su nombre los suministros, pudiendo ser él mismo quien abone las facturas y, posteriormente, repercutir el coste a su inquilino, o cambiar la titularidad, pero facilitando el número de cuenta del arrendatario a las compañías. En este caso, el arrendador no tendría que hacerse cargo de posibles impagos.
No obstante, los expertos estiman que sea el inquilino el titular para evitar problemas de impago en el futuro. «Si el inquilino deja de pagar los suministros, las reclamaciones van a llegar al propietario. Lo recomendable es que la titularidad de los suministros corresponda a la persona que está haciendo el consumo, a quien está viviendo en la vivienda».
- Cláusulas de prohibición
Este es uno de los aspectos más importantes a la hora firmar un contrato de alquiler de una vivienda. Es de absoluta importancia leer y entender todas las cláusulas que se especifican en el documento para evitar problemas con el propietario. Por ejemplo, algunos caseros prefieren que sus inquilinos no vivan con animales, y esta exigencia debe aparecer como una condición más del contrato. Del mismo modo, deben incorporar la cláusula de prohibición de subarrendamiento para que el arrendatario no pueda alquilar de nuevo la vivienda a un tercero y haga negocio con ello.
- Investigación por redes sociales
Las redes sociales, y las plataformas digitales en general, se han convertido en un escaparte de la vida de cada persona, además de un excelente altavoz mediático. Por ello, a los futuros o potenciales inquilinos les basta con introducir el nombre de su respectivo propietario en cualquiera red social para ‘investigarlo’ y, al menos, ponerle rostro.
Pero esta realidad también se puede volver en contra de quienes ya planean vivir en esa vivienda. Los millenials que desean alquilar un inmueble y lograr la costosa independencia también deberían vigilar sus redes sociales. Puede que las excelentes puntuaciones que han ganado en sitios como eBay, Airbnb o BlaBlaCar y su reputación en redes como Twitter, Facebook o Linkedin compensen la falta de un trabajo estable, algo que espanta a la mayoría de propietarios
- Conocer y cumplir la normativa
En los últimos años se han producido varios cambios legislativos que afectan al mercado del alquiler, de ahí la necesidad de contar con profesionales para no incurrir en incorrecciones o que el contenido del contrato de alquiler no esté alineado con la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
Por tanto, se antoja como una tarea fundamental el hecho de estar atento y conectado con las actuaciones legislativas en materia de vivienda; en caso contrario, el propietario estaría en su derecho para cometer cualquier acción que afecte a los intereses del inquilino.